Culminado el quinto mes del año, el mercado internacional de la carne está dando sus primeras sensaciones en lo que es demanda y oferta, así como el desempeño de China como formadora de precios. El director de Tonelli y Asociados, Víctor Tonelli, en conversación con Valor Agro, analizó la actualidad del sector en el que se mostró en desacuerdo con las industrias faenadoras que hablan de una caída en los precios por tonelada, siendo que de enero a mayo se registró un aumento.
“En cinco meses se tuvo incremento cercano al 9%, esa cifra no se refleja cuando se conversa con los exportadores que dicen que el mercado está duro, que la demanda no está firme, y que los precios están mesetados. Todo indica que a nivel internacional se está observando una recuperación importante de precios”, destacó, al tiempo que dio perspectivas positivas para este segundo semestre del año con subas de precios de la tonelada tras la recuperación de la demanda.
Llegando al último mes del semestre, ¿cómo está viendo el panorama global para la demanda de carne bovina?
A la relación demanda y oferta, que componen la ecuación del mercado, la veo mejor de lo que cuentan los frigoríficos exportadores en términos generales, y no estoy diciendo que mientan, pero tengo una visión un poco más positiva y la verdad que hasta ahora los números me están dando la razón. En los resultados publicados por el Índice de precios de la FAO, desde enero hasta la fecha, se tuvo un crecimiento importante en los valores ya liberados por las restricciones que China implementó por la cuarentena en el segundo semestre del 2022. Tuvimos en cinco meses un incremento cercano al 9%, esa cifra no se refleja cuando se conversa con los exportadores que dicen que el mercado está duro, que la demanda no está firme y que los precios están mesetados. Todo indica que a nivel internacional se está viendo una recuperación importante de precios, así que estamos en un proceso de recuperación que se verá más acrecentada sobre todo a medida que nos acerquemos al último trimestre de este año. Mi visión es tremendamente positiva hacia el 2024 y 2025, que tiene que ver con la recuperación de la demanda que se producirá, pero también con la caída de la oferta este año. Si bien Australia y Nueva Zelanda están recuperando volúmenes de oferta, la caída será fuerte por la sequía en Estados Unidos, Argentina, Uruguay y en Europa; por lo tanto una demanda menos abastecida y precios en recuperación.
¿Cómo observa la evolución de precios en base a lo que es la comparativa anual de los exportadores midiendo enero a mayo del 2023 contra los primeros cinco meses del 2022?
Nunca en la historia tuvimos los precios de enero a junio del 2022, no lo recuerdo. Y de hecho cuando uno mira los precios índices de la FAO de los últimos 10 años, para poner un horizonte más largo, nunca alcanzamos niveles tan altos. Los precios de los primeros cinco meses del 2022 fueron 40% por arriba al histórico y es difícil comprar, pero si uno quiere mirar estos valores respecto a lo que fue realmente año anteriores, sin ir más lejos, lo puede hacer con el 2021. Ahora se tienen valores parecidos a lo que fue ese año que terminó con precios fantásticos en el último trimestre, con lo cual podemos compararlo con el 2023. Esos precios del 2021, sobre todo en volumen, fueron buenísimos y ahora estamos palo a palo, así que esperemos un segundo semestre importante.
¿Qué pasa con el precio de la hacienda y la desvalorización que se está registrando a nivel regional, en el contexto de la oferta?
Hasta ahora la oferta de la carne no es escasa, en el caso de la Argentina no es menor, pero lo que ocurrió con la sequía implica que perderán cerca de 2.000.000 de cabezas o más a fin de año, todavía se está viendo el proceso de liquidación en donde la oferta superó a lo obtenido el año pasado en los primeros cinco meses que fue 9% en el volumen, se tiene mucho más hacienda de la que se tuvo en el 2022, pero a medida que avance el 2023 eso disminuirá y en el último trimestre te diría que Argentina va a caer fuertemente en su capacidad de oferta para cualquiera de los dos mercados. En el caso de Uruguay se observa la mala oferta que producirá también la sequía que fue impactante con mucha hacienda saliendo de los corrales. Considero que el camino será de menos oferta de lo que vimos en los primeros cinco meses. En el caso de Brasil seguirá teniendo muy buena oferta, pero la veo un poquito más limitada para el 2024 y 2025, en función de las propias restricciones que le impondrán el mercado sobre temas ambientales. Si se mira los números de las exportaciones de los tres países del Mercosur son muy similares, tanto en el precio que paga el productor como el precio que se vende, y si esto lo proyectas en el tiempo lo único que producirá son subas. Para aclarar, las comparaciones se están haciendo frente a un año récord, entonces es muy difícil sostener lo que puede ocurrir cuando miras los primeros cinco meses de este año frente al mismo periodo del 2022, ya que en valores parece poco, pero si te fijas cuáles fueron los números del último trimestre o bimestre del 2021, te voy a decir que firma todo el mundo.
Si el mercado no recibe coyunturas, ¿qué perspectivas se podría tener en este segundo semestre y para los primeros meses del 2024?
Si no aparece un cisne negro que pueda desatar algún problema geopolítico, todo indicaría que vamos camino a una recuperación de valores en todo sentido, no solo para lo que queda en 2023, sino para los próximos dos años. Ese es mi panorama, lo veo mejor salvo que aparezca algún otro problema global que no está previsto que ocurra, no veo fuertes alteraciones en esta visión.
En cuanto al papel de la demanda y los precios, vemos que el mercado chino está deprimido, ¿en algún momento se puede hablar de una recuperación de esa nación?
China representa más del 30% del mercado global de carnes, así que un solo país es casi un tercio del mercado global. Lo que ocurra en ese país impacta fuertemente en el resto, pero todo indicaría de nuevo también en China que están saliendo del brutal enfriamiento de su economía y de la calidad de la demanda que le generó tener seis meses prácticamente al país. Adicionalmente están teniendo una acumulación de stocks importante de carne producida en Brasil, en unos meses estarán necesitando volúmenes importantes en un momento de gran demanda como los primeros meses del 2024, se encontrarán con un mercado más fluido en oferta como lo tuvieron en el pasado y allí tendrán cambios de precios. Por ahora te diría mercado en recuperación, pero creciente
¿Qué se puede esperar en cuanto a valores para los exportadores, nos acercaremos a los números históricos del 2022 o solo se tendría una recuperación de buenos precios, pero dentro de lo que es un promedio histórico?
Sería por arriba del precio histórico promedio de la última década, hoy si lo miras versus los últimos 10 años y sacas lo que ocurrió en finales del 2021 y principio de 2022, estamos en 20% o 25% arriba del valor promedio histórico que ha pagado China. En algún momento, fines del 2021 y principios del 2022, estuvimos tocando los US$ 6.800 o US$ 7000 en promedio, pero en el segundo semestre del 2022 fue entre US$ 4.700 y US$ 5.000. Ahora en promedio podemos suponer llegar a los US$ 6.000 por tonelada.