Agro del Sur/ Recientemente, las autoridades chilenas comenzaron una rigurosa auditoría en 26 plantas frigoríficas de Uruguay, una inspección que se extenderá hasta el 5 de septiembre y es crucial para la habilitación de exportaciones de carne sin hueso hacia Chile. Aunque 23 de estas plantas ya cuentan con autorización previa, esta revisión adicional refuerza los controles de calidad y seguridad de los productos destinados al mercado chileno.
Diego De Freitas, director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), destacó la fortaleza de las plantas uruguayas, que han superado con éxito auditorías de países exigentes como China, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea. «Estamos seguros de que no habrá ningún inconveniente y que todas las plantas serán nuevamente habilitadas», afirmó De Freitas, expresando su confianza en que los altos estándares de calidad de la industria uruguaya serán una vez más reconocidos.
En la entrevista concedida a Valor Agregado de radio Carve, De Freitas también abordó un tema de gran relevancia: la compatibilización de los requisitos sanitarios y religiosos para las exportaciones de carne a Malasia. El director explicó que Uruguay ha cumplido con todos los requerimientos sanitarios, pero la aprobación final de las plantas también depende de la certificación Halal, necesaria para cumplir con las normativas religiosas del país asiático. «Las auditorías de las plantas frigoríficas han sido muy satisfactorias», aseguró, y expresó su esperanza de que los aspectos religiosos se resuelvan pronto, permitiendo la plena operatividad del mercado malasio.
En cuanto a las exportaciones a Filipinas, De Freitas informó que la auditoría realizada ha dejado impresiones preliminares positivas, aunque se está a la espera del informe final. Estas primeras señales alimentan la expectativa de que las plantas uruguayas serán habilitadas para exportar a Filipinas, abriendo nuevas oportunidades en el mercado asiático.
Por último, De Freitas informó sobre la reactivación de las exportaciones de carne aviar desde Rio Grande del Sur, Brasil, tras la erradicación de un brote de la enfermedad de Newcastle. Brasil había suspendido temporalmente las exportaciones desde esta región, pero con la autorización de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la implementación de un área de control y vigilancia de 10 kilómetros, las exportaciones se han reanudado. «Es una noticia relevante porque Uruguay importa carne de ave de Brasil, y ahora este flujo comercial se restablece», concluyó De Freitas, subrayando la importancia de esta medida para la cadena de suministro local.