El productor y dirigente ganadero, Walter Dener Ruíz, conversó con Valor Agro Bolivia acerca de la actualidad del complejo cárnico del país y los trabajos a desarrollar con miras a potenciar el negocio ganadero a futuro, en el que resalta plantearse nuevos retos que se basan en aumentar los kilos de carne por animal que se envían a planta y evitar la faena de vientres preñados. “Tenemos que pensar en ser más eficientes en la producción, lo que va a permitir seguir creciendo en stock y en la exportación de carne, lo que favorecerá el desarrollo agropecuario y la mejora de la economía del país”, resaltó.
¿Cómo observa el desempeño del complejo cárnico de Bolivia ?
Bolivia tiene que plantearse nuevos retos en el complejo cárnico, y hoy tiene sobre la mesa desafíos en la exportación, en la sanidad y uno muy importante que es aumentar la cantidad de kilos de los animales que ingresan a faena. Eso va a permitir ser más eficientes y tener un mayor volumen de carne por vacuno, generando más excedentes para la exportación y un crecimiento general dentro de una ganadería que avanza en el incremento del stock en un promedio del 3,4%. Los productores nos debemos enfocar en estrategias que apuesten a aumentar los niveles de pariciones y producir más carne, en un marco donde debemos poner más atención a la sanidad y control de los bovinos. Por tanto, hay que llegar a faena con vacunos más pesados y evitar la faena de hembras preñadas, en especial de los vientres que tienen más de seis meses de preñez.
¿La ganadería está preparada para aumentar los kilos de los animales para faena?
Como sector debemos definir nuevos retos y creo que estamos preparados para enfocarnos en aumentar ese mejoramiento de carcasa en cuanto a kilos, teniendo en cuenta que el Estado nos viene diciendo que se tiene un cupo de exportación y nosotros deberíamos romper ese concepto, más bien aperturar a tener más toneladas para la venta al exterior que muy bien la hace al desarrollo agropecuario y a la economía del país. Hoy es una decisión del sector, tenemos que estar juntos y enfocados para trabajar en aumentar la carcasa de faena.
Para avanzar en ese aumento de peso carcasa, ¿cuál es el esquema productivo ideal, se lo puede hacer dentro de un sistema de pasturas o hay que mirar más el confinamiento?
Hay espacio para crecer en kilos de carne. El que engorda a pasto deberá pensar en tener más tiempo los animales en su potrero, mientras que el confinador deberá aumentar el nivel de ración o los días de encierro.
Sin embargo, una estrategia de más kilos significa crecer muy fuerte en los kilos de carne disponibles para la exportación, lo que provocará automáticamente que el Gobierno pueda ampliar el cupo o en todo caso eliminar el concepto de cupo. Está claro que la carne boliviana es muy competitiva, contempla estándares internacionales y es aceptada. Hay nuevos mercados que están como opción de apertura a Bolivia y para esos destinos seguramente tendremos que hablar de trazabilidad y conversar de seguir imponiendo esa calidad genética a la que llegamos con el trabajo conjunto, pero sin descuidar ese objetivo que es ir en la búsqueda de más kilos.
Tener más kilos por animal implicaría mayor oferta de carne que se podría traducir rápidamente en excedente de exportación pero también en un sobre stock en el mercado interno y un posible castigo de precios, ¿han tenido reuniones con la industria y gobierno para ir en una dirección próspera para el complejo cárnico?
No hay otra forma que conformar una mesa de diálogo en la que esté el sector privado y el Estado, para eso tiene que entrar el tecnicismo de poder generar información y comprender cómo cambiaría el concepto cárnico si nosotros aumentamos kilos; sin dudas que se deben tomar acciones de corto plazo. Actualmente, el productor sigue haciendo esfuerzos para tener más animales en su campo, pero también tiene restricciones para planificar inversiones económicas. En conjunto con las políticas de crecimiento de la producción, se necesitan regulaciones estatales que puedan acompañar ese crecimiento.
¿En la exportación de carne está el desarrollo y el futuro de la ganadería del país?
La exportación genera retos de mejoramiento continuo, sin embargo nuestro objetivo nace en Bolivia, en dar una satisfacción al mercado interno con kilos de carne de calidad. Hoy tenemos la posibilidad de tener apertura al exterior con 20 mil toneladas al año, pero hay espacio para generar un volumen muy superior. Para ello se debe instalar una mesa de diálogo, poner conceptos claros en cómo lograr más mercados, crecer en kilos y en el hato ganadero con decisiones que de repente merecen un análisis técnico. Es comenzar a entender el momento que vivimos y proyectar nuestro futuro, y reitero como medida de impacto: crecer en kilos por animal y no faenar vientres preñados.
¿Es una falta de conciencia del sector faenar vacas preñadas?
Santa Cruz tiene ganaderías de precisión que generan un circuito completo para preñar. Así como tomar una decisión de mandar una vaca no preñada a la faena y tener una monta controlada de inseminación y ajustar las clavijas de manera de que la ganadería sea eficiente. No obstante, hay una parte que mejorar y ponderar, allí nos damos cuenta que existe la posibilidad de crecer en un hato ganadero a mayor velocidad. No es que no estamos creciendo en los últimos años, lo hicimos y el sector demostró que está haciendo muchas acciones positivas y buenas, pero podemos mejorar más.
¿Potenciar el mercado interno se puede dar de alguna otra manera, como en la importación de carne de la región, o solo con la producción nacional?
Mirar el mercado interno es seguir con el reto de mantener la satisfacción de presentar una carne de calidad. Pero no nos podemos quedar solo con eso. Debemos crecer y aperturar muchos más kilos de carne. Tendría impactos muy positivos para nuestra economía y desarrollo. Eso implica que el Gobierno debe sentarse con el sector productivo a generar nuevas estrategias para abrir la puerta más grande.
¿Cómo observa la coordinación del complejo cárnico para pelear por objetivos comunes, impulsados por productores, industria y eso en vínculo con el gobierno?
Considero que debe existir un punto de inflexión, una mesa de diálogo entre las industrias, los productores y el gobierno, con eso mejorar y dialogar ahondando nuevas estrategias y nuevos caminos. Hasta aquí la ganadería avanzó mucho, se demostró que el productor boliviano es competitivo en las ligas internacionales.