El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de Bolivia ha anunciado la presentación de una propuesta en un plazo de 180 días para la cría, engorde y faenado de carne de burro. Esta iniciativa tiene como objetivo determinar si la carne de burro es apta para el consumo humano. El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, informó que se reunió con una mesa técnica conformada por el Senasag, la Policía Boliviana, las intendencias municipales y el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) para firmar un acta y establecer un plan de trabajo para evitar la venta de carne de burro en condiciones no reguladas.
El Senasag ha estado trabajando en el desarrollo de un nuevo reglamento de sanidad alimentaria animal, que se espera esté listo en los próximos 180 días. Este reglamento adaptará las regulaciones para el faenado y consumo de diferentes especies, incluyendo los burros, garantizando su inocuidad y aptitud para el consumo humano. Además, se ha recomendado a los Gobiernos Municipales que, a través de las intendencias, realicen controles para evitar la venta de carne de burro, ya sea en su forma cruda o procesada, especialmente en La Paz y El Alto. También se insta a los gobiernos que carezcan de reglamentación al respecto a elaborarla. (La razón)
Esta medida surge como respuesta a un hallazgo en abril, cuando funcionarios del Ministerio de Defensa del Consumidor descubrieron un matadero clandestino de burros en la comunidad Culli Culli de Sica Sica, en el departamento de La Paz. En este lugar, se faenaba la carne de burro y se vendía en mercados de ciudades bolivianas y también en Perú. La regulación y control de la carne de burro son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger a los consumidores de prácticas ilegales y no seguras en la producción y comercialización de alimentos.