Gary Rodríguez indicó que Bolivia tiene todas las posibilidades para seguir creciendo en este rubro, el segundo más importante dentro de las exportaciones no tradicionales. “Las posibilidades son verdaderamente auspiciosas”, subrayó.
“El año pasado, con la estimación de excedentes realizada por Fegasacruz a inicios de gestión, se pudo haber exportado el doble. Sin embargo, el Gobierno frenó la exportación estableciendo un cupo anual muy por debajo de lo esperado”, señaló Rodríguez.
Para este año, se prevé que los despachos estén entre las 37.000 y las 40.000 toneladas, según la proyección de los productores pecuarios. “Sin mayor esfuerzo, solo con la garantía de que no se impedirá la salida de excedentes, el país podría estar exportando $600 millones anuales sin dificultad”, ratificó Rodríguez.
Walter Ruiz, presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), expresó que Bolivia podría comercializar alrededor de 37.000 toneladas de carne este año, con proyecciones de continuar aumentando las exportaciones, siempre y cuando se habiliten nuevos mercados.
Puso como ejemplo a Chile, con quien se tienen avanzadas gestiones para la aprobación del protocolo sanitario. “Chile es un mercado nuevo que ya está habilitado para la exportación de leche y, muy pronto, si cumplimos con los protocolos requeridos, podremos exportar carne a este país. Otra opción es Brasil, que también está demandando nuestra carne”, aseguró Ruiz.
Javier Suárez, director ejecutivo del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), anunció recientemente, durante su participación en la Asamblea de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal en Francia, que se gestionó la habilitación de mercados de la Unión Europea (UE) para la carne boliviana en el futuro.
Según datos de 2022 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el hato bovino en Bolivia alcanza los 10,7 millones de cabezas, de las cuales 4,8 millones están en el departamento de Santa Cruz, 3,2 millones en Beni, 705.603 en Chuquisaca y 594.541 en La Paz. El resto se reparte entre los otros cinco departamentos del país.
Hasta 2023, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Bolivia tenía una producción de 316.103 toneladas de carne vacuna y la demanda llegaba a las 290.000 toneladas. El excedente, unas 26.000 toneladas, se destinó a la exportación.
En 18 años, el valor de las exportaciones de carne bovina ha aumentado un 10.000%. Entre 2005 y 2023, la exportación de carne bovina y derivados tuvo un incremento de 5.000% en volumen y de 10.000% en valor, informó Gary Rodríguez.
“Dicho de otra forma, entre 2005 y 2023, las ventas del rubro cárnico se incrementaron 50 veces en volumen y 100 veces en valor, con lo cual, hoy por hoy, dicho producto ha pasado a ser el segundo más importante dentro de las Exportaciones No Tradicionales del país”, dijo Rodríguez.
Comparativamente, en 2005 Bolivia exportó al mundo 1.000 toneladas de carne bovina y derivados por $2 millones. En 2023, las ventas fueron de poco más de 50.000 toneladas por $200 millones.
Rodríguez identificó tres condiciones necesarias para que el sector siga creciendo: seguridad jurídica (acabar con los avasallamientos y bloqueos), seguridad de mercado (que el gobierno no aplique más restricciones a la exportación) y seguridad de buenas políticas públicas.
Esta última condición se lograría a través de una agenda público-privada para avanzar en la apertura de mercados, facilitar la actividad privada con menos burocracia, mejorar la productividad y la competitividad.