El gobierno ha aprobado el Decreto Supremo 5271, una medida que permitirá a los actores privados, tanto personas naturales como jurídicas, importar y comercializar carburantes en el mercado interno por un período de un año. Esta disposición, de carácter excepcional, busca mitigar la escasez de combustibles y dar soporte a los sectores productivos y de transporte del país, que se han visto severamente afectados por la falta de diésel.
Alejandro Gallardo, ministro de Hidrocarburos y Energías, explicó que la medida surge a pedido de diversos sectores, como las cooperativas mineras, empresarios agrícolas y estaciones de servicio, que han enfrentado limitaciones para desarrollar sus actividades debido a la escasez de combustible. A diferencia del Decreto Supremo 5218, que permitía la importación de carburantes solo para consumo propio, la nueva normativa habilita también la posibilidad de comercialización por parte de privados.
El ministro subrayó que esta medida no sustituirá las funciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la cual continuará importando y distribuyendo combustibles a precios subvencionados en todo el país. Según Gallardo, la iniciativa representa una “opción adicional” para el suministro directo a aquellos sectores que dependen del diésel para operar, facilitando así el abastecimiento sin depender únicamente de las importaciones estatales.(ERBOL)
En cuanto a los próximos pasos, se espera la pronta publicación de la reglamentación específica que detallará los procedimientos de importación para privados, incluyendo una disminución de requisitos para agilizar el proceso. Gallardo también aseguró que la situación de abastecimiento de gasolina está mejorando, y las filas para la compra de este combustible están reduciéndose progresivamente, acercándose a la normalidad gracias al incremento en los volúmenes importados.