El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc), Óscar Mario Justiniano, junto con otros líderes del sector productivo, ha expresado su preocupación ante la reciente caída en la producción de soya, marcando una campaña de verano desafiante. Según los reportes preliminares, esta disminución ha generado la necesidad de implementar estímulos para revitalizar la producción.
La preocupación surge a pesar de las proyecciones optimistas del ministro de Economía, Marcelo Montenegro, quien pronostica un «año excepcionalmente positivo» para la exportación de soya en 2024, citando a una especialista brasileña. Sin embargo, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fernando Romero, indica que se espera una reducción significativa de entre 800.000 y 900.000 toneladas en la producción de soya para este año, lo que inevitablemente impactará las exportaciones del grano.
Justiniano enfatizó “la necesidad de implementar estímulos y una normativa adecuada para impulsar la producción, especialmente en términos de biotecnología, como una medida efectiva contra desafíos como la sequía”. Según él, el sector agropecuario responde rápidamente cuando se brindan los estímulos necesarios para aumentar la productividad y satisfacer la demanda de alimentos.
El presidente de los empresarios cruceños también abordó las declaraciones del presidente Luis Arce Catacora sobre la reducción de recursos y la desaceleración en la producción de gas. Afirmó que el compromiso del sector privado es seguir invirtiendo en el país para generar economía y empleo, aunque considera que el gobierno debe proporcionar más detalles sobre esta situación.
Justiniano destacó “la importancia de impulsar el sector privado, el mayor empleador en Bolivia, para promover la generación de empleo formal y la estabilidad económica del país”. En este sentido, ha comunicado al gabinete económico la necesidad de apoyar al sector privado para mantener y fortalecer su contribución al desarrollo nacional.