Discutir el futuro de la vacunación contra la fiebre aftosa es un tema que ganó mucho protagonismo en países puntuales de la región, mientras que la mayoría están en una posición firme de continuar con el periodo de inmunización y respaldar a un sector que es fundamental en la economía de cada nación.
El directivo de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) y del Foro Mercosur de la Carne (FMC), Martín Rapetti, aseguró que levantar la vacunación contra la fiebre aftosa es “poner en riesgo” el trabajo de muchos años que los países vinieron haciendo en materia de sanidad animal y que marcó el éxito del comercio internacional.
Rapetti dijo que la decisión de Brasil, de dejar de vacunar en varios estados y apostar al cambio de estatus, no fue posición estrictamente sanitaria, sino una imposición comercial de los actores de la producción de cerdo, de pollos y no de la carne vacuna.
Explicó que la postura que se tuvo en Rio Grande Do Sul (Brasil) con la decisión de no vacunar “fue dividida” e indicó que dejar de hacerlo no significa “guardar la jeringa”, sino que debe cumplir con un montón de requisitos que implican valores a veces superiores.
“En los números que conozco de Brasil, en el estado de Paraná en su momento vacunar costaba un aproximado de US$ 70 millones, mientras que dejar de vacunar e invertir en vigilancia implicaba entre US$ 90 a 95 millones. Por tanto, por US$ 3 que sería el costo de las vacunas en algunos países, no me arriesgaría a dejar de vacunar”, precisó.
Añadió que levantar la jeringa implicaría, tanto para los productores como para los servicios sanitarios, tener conocimiento del estado de los rodeos y de un montón de situaciones dos veces al año.
“Me parece que sirve porque hay países que han dejado vacunar y no saben qué es lo que pasa, te puedo decir inclusive como la Patagonia que hoy no sabe cuál es la realidad que tienen respecto a sus rodeos. En lo específico, Bolivia, por ejemplo, está bastante complicado y confuso debido a que existe una pelea entre el servicio y Fegasacruz, ya que no hay acuerdo ante la decisión de dejar de vacunar en Santa Cruz”, explicó.
En Sudamérica, precisó que Uruguay, Argentina y Paraguay comparten la misma postura de que la vacuna es una medida de precaución. En ese sentido indicó que uno no debe dejar de vacunar porque ya tiene apertura de los mercados o que apostando a la vacunación una pueda lograr afianzarse en un mercado, sino que se debe tener cuidado con las enfermedades que pueden aparecer.
“Me parece que el trabajo que se está haciendo es muy claro y creo que no está en pelear si es libre sin aftosa con vacunación o sin vacunación, sino debe demostrar que está libre por las instituciones. Creo que ante las nuevas exigencias siempre debemos estar preparados y avanzando”, apuntó.