Los productores de quinua en Bolivia han declarado una situación de emergencia en el sector. A través de una carta abierta, han hecho un llamado al presidente Luis Arce Catacora para que tome medidas inmediatas, incluyendo el cierre de la frontera con Perú. Detrás de la creciente preocupación por el contrabando de quinua boliviana hacia Perú, una actividad ilegal que está afectando gravemente a la industria quinuera y a las 50.000 familias que dependen de ella.

Según un informe de La Razón, zonas peruanas como Guaqui, Desaguadero, el estrecho de Tiquina y Kasani se han convertido en corredores de tránsito para la quinua boliviana hacia el país vecino, a pesar de que no son regiones de producción o procesamiento de este cereal. Los productores bolivianos han señalado que, hace una década, el contrabando de quinua alcanzaba entre 15.000 y 20.000 toneladas anuales, y ahora denuncian que los contrabandistas están vendiendo este grano a las procesadoras peruanas, lo que está perjudicando las exportaciones nacionales.

Esta situación se agrava debido a la drástica caída en la producción de quinua en Perú este año, provocada por la sequía, una circunstancia que también afecta a Bolivia. Además, las restricciones impuestas desde Europa han llevado al sector a un estado de emergencia, ya que las exportaciones se han visto seriamente afectadas.

No es la primera vez que el sector se pronuncia sobre el contrabando de quinua hacia Perú. En mayo, la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua y Productos Orgánicos (Cabolqui) y empresas del sector exportador de la quinua real hicieron un llamado a la Aduana Nacional para que luchara activamente contra esta práctica ilícita que perjudica a la quinua boliviana.

La quinua orgánica en Bolivia representa el 80 % de la producción total de quinua en el país y es crucial para más de 50.000 familias productoras en la región del Altiplano Sur, abarcando los departamentos de Oruro y Potosí. La situación de emergencia declarada por los productores refleja la necesidad apremiante de abordar el contrabando y proteger esta industria vital para la economía boliviana y el sustento de muchas familias.