Nueva Zelanda, reconocida como uno de los principales actores globales en la industria de lácteos, ha consolidado aún más su posición al convertirse en el principal exportador de productos lácteos, liderando las clasificaciones mundiales de países exportadores en este sector. A partir del 1 de enero de 2024, Nueva Zelanda ha iniciado un nuevo capítulo en su relación comercial con China, al comenzar a exportar sus productos lácteos sin la carga de aranceles.
Según lo informado por el periódico Global Times, este hito significativo se ha logrado gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC) que Nueva Zelanda ha firmado con China, su principal socio comercial. Esta asociación estratégica ha permitido que los productos lácteos neozelandeses lleguen a territorio chino sin incurrir en impuestos adicionales, marcando un cambio significativo en la dinámica comercial entre ambas naciones.
La eliminación de aranceles incluye la leche en polvo, ya que los derechos de salvaguardia asociados con este producto específico llegaron a su fin el 31 de diciembre de 2023. Esta medida representa la conclusión de todos los aranceles restantes acordados en el marco del tratado de libre comercio entre Nueva Zelanda y China, lo que facilita un acceso libre de restricciones fiscales para todos los productos lácteos provenientes de Nueva Zelanda.
China, como el principal socio comercial de Nueva Zelanda, ha contribuido significativamente al robusto intercambio comercial bilateral que se espera supere los 40.000 millones de dólares neozelandeses (equivalentes a 25.000 millones de dólares estadounidenses) en el año 2022. Datos oficiales revelan que en los últimos tres años, Nueva Zelanda ha mantenido un ritmo constante de exportación, enviando un promedio anual de 1,4 millones de toneladas de productos lácteos a China, con un valor aproximado de 8 mil millones de dólares neozelandeses. Destacando la importancia de este intercambio comercial, se estima que alrededor de la mitad de esta cifra corresponde a la exportación de leche en polvo.
Esta nueva fase en la relación comercial entre Nueva Zelanda y China no solo fortalece los lazos económicos entre ambas naciones, sino que también promueve un crecimiento sostenible en la industria láctea neozelandesa al abrir nuevas oportunidades y mercados en el gigante asiático. Con la eliminación de los aranceles, se espera que los productos lácteos neozelandeses ganen una mayor presencia en el mercado chino, consolidando aún más la posición de Nueva Zelanda como líder global en la exportación de productos lácteos.