De acuerdo con el análisis de expertos, los valles cruceños y la región de la Cordillera han sido las áreas más afectadas por el fenómeno conocido como ‘surcito’.
Según los expertos, hay dos fenómenos principales que ocurren cuando las temperaturas descienden: las nevadas y las heladas. La primera puede ser beneficiosa para algunos cultivos agrícolas, mientras que la segunda puede ser devastadora para la producción.
“Lo que se ha registrado hasta ahora en los valles cruceños son nevadas; sin embargo, en la Cordillera hemos tenido heladas,” explicó Luis Alberto Alpire, conocido popularmente como el señor del clima.
Alpire señaló que, en los valles, las nevadas pueden afectar a los frutales que están en flor o en fruto. “Las flores de los duraznos tempraneros pueden dañarse, y el fruto se ve castigado por la nieve. Además, el pasto y el forraje para el ganado se resecan y pierden su valor nutritivo, aunque no es tan nocivo como una helada,” aclaró.
Para mitigar estos efectos, Alpire recomendó el uso de silicato de potasio en aplicaciones foliares, que fortalecen las plantas y las ayudan a resistir el frío. También mencionó métodos tradicionales como colocar latas con aserrín y trapos impregnados en diésel para generar calor alrededor de los cultivos durante la madrugada.
El experto advirtió que, aunque se espera una nevada para este sábado, posteriormente podría haber heladas en los valles. “Esperemos que las heladas no afecten significativamente la producción,” añadió.
Jaime Chávez, coordinador del Programa de Sanidad Hortofrutícola de la Gobernación, confirmó las declaraciones de Alpire y alertó a los productores de las zonas bajas sobre la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger sus cultivos. “La helada negra es especialmente dañina, ya que destruye los tejidos de las plantas,” señaló.
Sin embargo, Chávez explicó que las bajas temperaturas también pueden ser beneficiosas para el sector frutícola, ya que muchas plantas necesitan horas de frío para favorecer el crecimiento de los frutos.
En la región de la Cordillera, Alpire destacó que, aunque todavía no se han registrado heladas, estas podrían afectar el forraje para el ganado. Afortunadamente, en esta temporada no se siembran cultivos agrícolas en la Cordillera, y actualmente se está en la última etapa de la cosecha del maíz, por lo que no se prevé un impacto significativo en la producción agrícola.