La Tercera Faena Técnica de la raza Nelore, celebrada como el evento final del circuito anual de 2024, volvió a reunir a los mejores exponentes de la ganadería boliviana en un encuentro que reafirma la excelencia y el compromiso de los productores locales con la calidad genética. Este evento, que ha cobrado gran relevancia en el sector pecuario del país, premió a los lotes de ganado que sobresalieron por su calidad, condición y peso, lo que refleja el arduo trabajo de los ganaderos y las buenas prácticas aplicadas en sus criaderos. La jornada se desarrolló bajo un ambiente de camaradería y competencia saludable, en la que se evaluaron múltiples aspectos de los animales participantes, destacando la importancia de seguir innovando en la mejora continua del hato ganadero.

La faena técnica tuvo una participación significativa, con 16 ganaderos que presentaron un total de 721 animales, divididos en 594 machos y 127 hembras. Esta amplia concurrencia no solo resaltó la calidad de la raza Nelore en Bolivia, sino que también sirvió como una plataforma para que los productores midieran sus avances en términos de genética, manejo y alimentación del ganado. Este tipo de competencias son esenciales para elevar el estándar de la ganadería nacional, ya que permiten identificar las fortalezas y áreas de mejora en cada una de las unidades productivas.

La faena destaca la calidad y compromiso de los ganaderos

Entre los galardonados de esta tercera edición, uno de los premios más esperados fue el de la categoría de hembras a pasto. En esta categoría, la medalla de oro fue para Gilberto Chávez Justiniano, representante de la cabaña Marisol, cuyo lote se destacó por su excelente condición física y genética superior. El esfuerzo de Chávez por mantener altos estándares de calidad y bienestar en sus animales se vio reflejado en el reconocimiento obtenido, consolidando su posición como un referente en la cría de ganado a pasto en Bolivia. “Es un honor recibir este premio, que es resultado del trabajo diario y del compromiso con la mejora continua”, comentó Chávez, quien recibió elogios por parte de los organizadores y asistentes.

Otro galardón importante fue para Victor Hugo Jiménez, de la hacienda Cañuela, quien se llevó la medalla de oro en la categoría de hembras en confinamiento. Esta distinción destacó la capacidad de Jiménez para optimizar las condiciones de cría en entornos controlados, garantizando así una carne de alta calidad. La producción en confinamiento exige un manejo riguroso en cuanto a la alimentación y el bienestar de los animales, y Jiménez ha demostrado ser un experto en este tipo de prácticas. “Este premio nos impulsa a seguir perfeccionando nuestro sistema de producción para ofrecer lo mejor al mercado”, expresó Jiménez.

Categoría de machos: premiaciones que reflejan la calidad boliviana

En la categoría de machos a pasto, el mejor lote fue presentado por Alberto Asato, de la hacienda La Fortuna. Asato se destacó por su dedicación y cuidado en la selección genética, factores que le permitieron obtener animales robustos, con buena cobertura de grasa y excelente peso. El premio otorgado a Asato subraya la importancia de las prácticas de pastoreo eficientes y sustentables, que no solo son beneficiosas para la producción, sino también para el medio ambiente. “Nos llena de orgullo recibir este reconocimiento, que es un testimonio del trabajo que hemos venido realizando para mejorar cada vez más la calidad de nuestros animales”, indicó Asato al recibir el premio.

Finalmente, la categoría de machos en confinamiento tuvo como ganador a André Saavedra Aponte, de la hacienda Sonia del Pilar. Su lote sobresalió por la uniformidad en el tamaño y peso de los animales, así como por la excelente condición corporal, aspectos que son clave para la comercialización de carne de alta calidad. La ganadería de Saavedra Aponte ha sido reconocida en varias ocasiones por su gestión eficiente y su enfoque en la innovación, y este premio confirma que su estrategia está dando resultados positivos. “Este reconocimiento nos motiva a seguir avanzando y a buscar siempre la excelencia en cada aspecto de nuestra producción”, mencionó Saavedra Aponte, agradeciendo el apoyo de su equipo y de la organización.

Premiación de las hembras: calidad en pastoreo y confinamiento

Uno de los aspectos más destacados de la Tercera Faena Técnica fue la premiación de los mejores lotes de carcasas de hembras, donde se evaluaron tanto los animales criados a pasto como aquellos en sistemas de confinamiento. La medalla de oro al mejor lote de carcasas de hembras a pasto fue otorgada a Gilberto Chávez Justiniano, de la Cabaña Marisol ubicada en San Julián. Este reconocimiento no solo subraya el esfuerzo y la calidad genética de los animales presentados, sino que también destaca la capacidad de Chávez para mantener altos estándares de cría bajo condiciones naturales de pastoreo, una práctica que contribuye a la sostenibilidad y a la calidad del producto final.

En la categoría de hembras en confinamiento, la competencia fue igualmente intensa, destacando la diversidad de técnicas y manejos aplicados por los productores. La medalla de bronce fue para Victor Hugo Jiménez Aponte, de la Hacienda Cañuela en Cabezas, quien demostró que la producción en confinamiento puede lograr altos niveles de eficiencia y calidad. Por su parte, la medalla de plata fue para Carlos Enrique Muñoz Añez, de la Cabaña Moxos en Okinawa, quien también mostró una destacada habilidad para manejar su ganado bajo estas condiciones. Finalmente, el oro fue para Mário Ignácio Anglarill Serrate, de la Ganadería El Trébol en Cabezas, cuyo lote sobresalió por su uniformidad, peso y excelente cobertura de grasa, atributos esenciales para la carne premium. “Es un logro que compartimos con todo nuestro equipo, el resultado de años de trabajo dedicado y constante”, comentó Anglarill Serrate, visiblemente emocionado al recibir el reconocimiento.