La siembra de verano para el ciclo 2023-2024 se encuentra en una situación crítica debido al lento avance en las zonas productivas, generando preocupación entre los productores que observan con incertidumbre el panorama por la falta de humedad en el campo. Esta carencia de humedad podría resultar en una disminución significativa del área cultivada de granos en comparación con las proyecciones iniciales.
A pesar de que la gestión 2023 cerró con resultados positivos, gracias al crecimiento del 11% en la producción de granos estratégicos, como soya, maíz y sorgo, las perspectivas actuales para la siembra de verano 2023-2024 no son alentadoras. Edilberto Osinaga, gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), destacó el buen desempeño de las campañas agrícolas en 2023, con una producción de 17,3 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 11% en comparación con 2022.
Sin embargo, el sector agropecuario se enfrenta a la incertidumbre en la siembra de verano, ya que el plazo para sembrar soya, maíz y sorgo en diversas zonas está llegando a su fin, y el progreso es notablemente lento debido a la falta de humedad en el campo.
“No podemos ignorar la situación; el avance en la siembra de cultivos de verano es muy limitado. Esto ocurre en todo el país, y la ventana de siembra de verano se está cerrando. Aquellos que no lograron sembrar no podrán hacerlo en enero. En algunas zonas excepcionales, quizás puedan cultivar en enero, pero la mayoría de los productores no podrán hacerlo”, expresó Osinaga.
Freddy García, vicepresidente de la CAO, compartió su preocupación por el escaso avance en la siembra de verano, especialmente en la soya, que es la más extensa y relevante. “El informe que tenemos sobre el avance de la soya no es alentador, y esto se debe a la falta de humedad en el campo. La ventana de siembra concluye el 31 de diciembre, y quedan pocos días”, afirmó García.
Según el último informe de Anapo, el avance en la siembra de soya alcanzaba el 40% en las zonas productivas. Se había proyectado un área de 1,3 millones de hectáreas, con alrededor de 1.150.000 hectáreas destinadas a la soya, 103.000 hectáreas de maíz y 57.000 hectáreas de sorgo.
Los productores depositan su confianza en las predicciones de lluvia para los próximos días, ya que esto ayudaría significativamente a finalizar la siembra de granos en las zonas productivas.