Los productores agropecuarios manifestaron su profunda preocupación tras una reunión sostenida este lunes, en la que analizaron diversos factores que afectan seriamente al sector agroproductivo en Bolivia. José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), fue enfático al señalar que cualquier problema relacionado con el abastecimiento de alimentos, incluyendo la escasez y el aumento de precios, no debe ser atribuido a los productores. Durante la reunión, los líderes del sector debatieron sobre los obstáculos que enfrentan y reiteraron la necesidad de soluciones urgentes para garantizar la continuidad de la producción agrícola en el país.
Desafíos con el diésel y bloqueos
Uno de los temas más críticos expuestos fue el impacto negativo que tienen los bloqueos en las carreteras y el desabastecimiento de diésel en la actividad agropecuaria. Farah subrayó que estos factores representan un golpe fatal para el sector, especialmente en un momento clave en el calendario agrícola. “El 90% de la siembra de verano debe realizarse antes del 31 de diciembre, y si no contamos con el diésel oportuno, simplemente no habrá campaña de verano porque no podremos concluir la siembra. Nosotros tenemos épocas marcadas, cuando sembramos y cuando cosechamos”, explicó.
El presidente de la CAO resaltó que la importación directa de diésel no es una solución viable para el sector agropecuario, ya que los productores no tienen la capacidad de importar carburantes ni reciben dólares por la comercialización de sus productos. Según Farah, la normativa vigente establece que el abastecimiento de carburantes es responsabilidad exclusiva del Gobierno Nacional, por lo que instó a las autoridades a garantizar el suministro adecuado y a tiempo de diésel para evitar la paralización de la campaña agrícola. “El sector agrícola necesita aproximadamente 90 millones de litros de diésel para esta campaña de verano. Sin ese suministro, la producción se verá seriamente afectada”, advirtió.
Escasez de dólares y costos de producción
Otro de los puntos críticos que se abordaron en la reunión fue la falta de disponibilidad de dólares en el mercado, un problema que también afecta considerablemente al sector agropecuario. Farah indicó que la escasez de esta moneda ha disparado los costos de producción debido al incremento de los precios de los insumos importados, esenciales para la producción agrícola y pecuaria. Esta situación está inviabilizando la rentabilidad de diversos cultivos y afectando gravemente al sector pecuario, que depende en gran medida de insumos que deben ser adquiridos en el exterior.
El presidente de la CAO destacó que la inestabilidad en el tipo de cambio ha generado incertidumbre entre los financiadores del agro, quienes representan alrededor del 60% del capital operativo del sector. Esta situación ha llevado a muchos de ellos a detener la concesión de créditos, lo que agrava aún más las dificultades para los productores. “Como se puede evidenciar, ninguno de los problemas señalados son generados por los productores, ni están en nuestras manos para solucionarlos”, puntualizó Farah, quien hizo un llamado a las autoridades para que tomen medidas efectivas que permitan resolver estas dificultades y evitar el colapso de la actividad agropecuaria.
Aprobación del evento biotecnológico Intacta
Un tema adicional discutido durante la reunión fue la reciente aprobación del evento biotecnológico de soya Intacta, un avance que podría representar una oportunidad para mejorar la productividad en el sector. Sin embargo, Farah señaló que aún no existe un informe claro sobre la resolución, el planteamiento o el decreto que regula la implementación de esta biotecnología. “Celebramos, tal vez, que este evento Intacta se esté utilizando, pero, ¿se va a utilizar ahora? ¿Quién será el responsable de revisar el tema técnico en el campo? ¿Quién se encargará del análisis agronómico y de garantizar que tengamos semillas para el próximo año? Todo eso aún no lo tenemos claro”, expresó.
En repetidas ocasiones, los productores han solicitado la aprobación de semillas mejoradas para cultivos estratégicos, como maíz, soya, trigo, algodón y caña de azúcar, que sean capaces de tolerar mejor los cambios climáticos y ofrecer mayores rendimientos. No obstante, Farah advirtió que si no se toman medidas responsables y adecuadas para facilitar el acceso a estas tecnologías, la situación de desabastecimiento en algunos productos podría volverse más compleja en el futuro. “El sector necesita urgentemente herramientas que permitan aumentar la productividad y afrontar los retos del cambio climático. Sin un apoyo decidido y claro por parte de las autoridades, los problemas en la cadena de suministro de alimentos podrían empeorar”, concluyó.
La CAO reiteró su disposición a colaborar con el Gobierno para encontrar soluciones a los desafíos actuales, pero insistió en que la responsabilidad de garantizar el suministro de diésel y la estabilidad económica no recae en los productores. La preocupación expresada por los líderes del sector refleja la necesidad de respuestas concretas y acciones inmediatas para evitar que la crisis se profundice, afectando tanto a la producción como a la seguridad alimentaria en Bolivia.