La reciente granizada que golpeó a varias comunidades de Tarija, incluyendo San Pedro de Sola y San Andrés, ha dejado un rastro de devastación en los campos agrícolas a pesar de las medidas de protección implementadas. Incluso las mallas antigranizo, diseñadas para resguardar los cultivos, resultaron insuficientes ante la fuerza de la tormenta. Una habitante de la zona compartió su vivencia, mostrando cómo los tomates, protegidos por estas mallas y en plena floración, quedaron gravemente afectados. La granizada colapsó las mallas y destrozó los tomates en crecimiento, generando pérdidas considerables para los agricultores.
“El daño fue total. La granizada ha matado animales, ha derribado viviendas. El tamaño del granizo ha roto las tejas, algunos techos; tenemos daños muy graves que se están cuantificando”, informó el alcalde de Tarija, Johhny Torres. (LaRazón)
El impacto de esta tormenta no se limitó a los tomates, ya que otros cultivos, como las arvejas y el maíz, también sufrieron daños considerables. La situación se volvió aún más crítica ya que la granizada cobró la vida de gallinas y cerdos, lo que agudiza las dificultades para las familias que dependen de la agricultura y la ganadería en la región.
Ante esta crisis, representantes de la Alcaldía y Defensa Civil se movilizaron hacia las zonas afectadas para evaluar los daños y buscar soluciones junto a los líderes de las comunidades, con el objetivo de brindar apoyo a las familias afectadas. La agricultura en esta región se ha visto duramente golpeada por los efectos impredecibles del clima, y la comunidad trabaja en conjunto para superar este desafío.
“Lo que corresponde por ley es hacer evaluación de daños y a partir de esa evaluación, si se supera el 50% de afectación corresponde pedir ayuda al Estado”, aportó el alcalde.