En una reciente declaración, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha emitido un informe crucial sobre la situación alimentaria a nivel mundial, justo antes de la próxima reunión sobre cambio climático, la COP28, que se llevará a cabo en Dubai. Este informe, titulado “Mapa de la ruta de los sistemas de alimentación hacia 1.5 grados centígrados”, destaca la creciente preocupación en torno al aumento proyectado de la temperatura global para el año 2050.
El documento revela datos impactantes, indicando que actualmente más de 735 millones de personas experimentan insuficiencia alimentaria, mientras que sorprendentemente, más del 30% de la producción alimentaria en naciones desarrolladas se desperdicia. En un contexto global, la FAO estima que aproximadamente el 14% de la producción alimentaria, con un valor que supera los USD 400.000 millones, se pierde anualmente entre la cosecha y la venta en los mercados. Otro 17% desaparece entre las etapas de venta minorista y consumo individual.
Lo más destacado y revolucionario de este informe es la posición de la FAO al abogar por un aumento en la producción de carnes y lácteos a nivel mundial. Este enfoque tiene como objetivo principal incrementar el consumo en los países en desarrollo, donde las poblaciones enfrentan problemas de subalimentación y deficiencias nutricionales notables debido a la falta de ingesta adecuada de proteínas animales.
Este planteamiento de la FAO contradice directamente las opiniones de algunos ambientalistas extremos, quienes sostienen que la única forma efectiva de combatir el cambio climático es reducir, e incluso eliminar, los criaderos de ganado. En contraposición, la FAO argumenta que la seguridad alimentaria y nutricional es un derecho humano fundamental en la actualidad, instando a dejar de lado prejuicios y expresiones de ignorancia, y en su lugar, fomentar la innovación, especialmente en lo que respecta a la producción de proteínas cárnicas, incluyendo carnes, lácteos, huevos y sus derivados.
Finalmente, la FAO subraya que la desnutrición no se limita al déficit calórico, afectando a más de 3.000 millones de personas incapaces de mantener una dieta saludable debido a problemas de ingresos o falta de información. Esta situación conlleva a problemas de salud generalizada, desde enfermedades cardíacas hasta el sobrepeso. La respuesta propuesta por la FAO es aumentar de manera consistente la producción de carnes y lácteos, al tiempo que se proporciona información suficiente sobre los beneficios del consumo de proteínas cárnicas.