Agro del Sur/ En agosto, la molienda de soja experimentó una drástica reducción de 1,1 millones de toneladas en comparación con el mes anterior, alcanzando un total de 3,230 millones de toneladas frente a las 4,381 millones registradas en julio. Así lo detalla el último informe del monitoreo agroindustrial de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC). Este informe destaca que la limitada oferta de soja disponible, sumada a la reducción en las importaciones de soja desde Paraguay, ha impactado fuertemente en la capacidad de la industria aceitera para recuperar su nivel de existencias. El documento también revela que el Índice de Uso de Capacidad Instalada (UCI) para la molienda de soja en agosto cayó al 55%, lo que incrementó la capacidad ociosa de la industria al 45%. Esto refleja las dificultades del sector para operar a su plena capacidad en un contexto de escasez de materia prima. A pesar de esta tendencia negativa en la soja, la molienda de girasol sigue cerca de niveles récord, con un acumulado de 2,681 millones de toneladas en los primeros ocho meses del año, siendo el tercer volumen más alto de la última década.
Por otro lado, las exportaciones también mostraron signos de debilitamiento. La harina de soja registró una baja significativa en agosto, con una caída de 422 mil toneladas, alcanzando 2,219 millones frente a las 2,542 millones exportadas en julio. En cuanto al aceite de soja, las exportaciones disminuyeron en un 23,6%, con 411 mil toneladas frente a las 538 mil toneladas del mes anterior. La exportación de maíz también sufrió una contracción importante, con un descenso de 1 millón de toneladas, situándose en 3,000 millones en comparación con los 4,014 millones de julio.
A pesar de la tendencia general de reducción en las exportaciones de productos agrícolas, el poroto de soja mostró un aumento en agosto, con un incremento de 150 mil toneladas, totalizando 522 mil toneladas. Sin embargo, las ventas de soja por parte de los productores se mantuvieron en niveles bajos, con un promedio semanal de ventas de 522 mil toneladas, un 50% por debajo de los máximos alcanzados en plena cosecha, lo que evidencia la lentitud en el ritmo de comercialización.
El informe también resalta que el 57% de la producción total de soja, equivalente a 28,998 millones de toneladas, aún no tiene precio establecido, ya sea porque permanece en manos de los productores o porque está pendiente de fijarse el valor. En el caso del maíz, todavía queda un 31% del saldo exportable, lo que equivale a más de 10 millones de toneladas sin precio definido. Este fenómeno refleja la cautela de los productores frente a un mercado incierto y volátil.
En cuanto a las divisas, en septiembre el ingreso alcanzó los u$s 2,481 millones, una cifra muy similar a los u$s 2,452 millones registrados en agosto, manteniéndose en línea con los ingresos históricos de este periodo. No obstante, la diferencia con septiembre de 2022 es notable, cuando el esquema del dólar soja incentivó la venta masiva y generó una liquidación récord de divisas de u$s 8,120 millones. Finalmente, el informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) indica que el gobierno argentino captura el 65,6% de la renta del cultivo de soja y el 61,5% del sector agrícola agroexportador en general, un dato que refleja la alta carga impositiva que enfrenta el sector.