El sector cárnico se consolida como el segundo pilar de las Exportaciones No Tradicionales del país, alcanzando una comercialización promedio de 7 dólares por segundo entre enero y noviembre de 2024
El sector cárnico de Bolivia ha logrado un hito histórico al convertirse en el segundo pilar más relevante dentro de las Exportaciones No Tradicionales del país, alcanzando cifras récord en sus ventas internacionales durante 2024. De acuerdo con los datos más recientes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las exportaciones de carne bovina y sus derivados superaron los 220 millones de dólares entre enero y noviembre del presente año, lo que representa un impresionante crecimiento respecto al año anterior.
Este desempeño, que se traduce en una comercialización promedio de 7 dólares por segundo, subraya la competitividad y el dinamismo del sector en los mercados globales. Gary Rodríguez, presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), destacó que este avance es un reflejo claro de la capacidad de Bolivia para ofrecer productos de alta calidad que cumplen con los estándares internacionales, posicionándose como un proveedor clave en el ámbito mundial.
Superando las expectativas
El resultado alcanzado en 2024 es significativamente superior al récord logrado en 2023, cuando las exportaciones cárnicas bolivianas cerraron con un total cercano a los 200 millones de dólares. Entre los productos más demandados se destacan la carne bovina fresca y congelada, los despojos comestibles y las hamburguesas, que han ganado aceptación en mercados como los de China, Rusia y algunos países de la Unión Europea.
Este avance se debe, en gran medida, a los esfuerzos de los productores nacionales por mejorar sus procesos productivos, adaptándose a las normativas internacionales de calidad, sanidad y sostenibilidad. Además, la apertura de nuevos mercados y la diversificación de destinos han sido factores determinantes para este aumento sostenido de las exportaciones.
Factores clave del crecimiento
El crecimiento del sector cárnico boliviano no solo responde a la alta demanda global de carne, sino también a la capacidad del país para ofrecer productos que cumplen con estrictos requisitos de calidad y seguridad alimentaria. A lo largo de 2024, las empresas bolivianas han fortalecido su presencia en mercados exigentes, consolidándose como un proveedor confiable de carne de alta calidad.
La estrecha colaboración entre el sector privado, el gobierno y las entidades encargadas de regular y promover las exportaciones ha sido fundamental para este avance. “Estamos comprometidos con mejorar continuamente nuestros procesos productivos, adoptando tecnologías que nos permitan competir de manera eficiente en el mercado internacional”, afirmó Rodríguez.
Retos y perspectivas para el futuro
A pesar del éxito alcanzado, el sector cárnico boliviano no está exento de desafíos. Uno de los principales retos a futuro será continuar mejorando la infraestructura productiva y logística para garantizar la competitividad en un mercado global cada vez más exigente. Asimismo, la diversificación de mercados sigue siendo una prioridad para evitar la dependencia de pocos destinos de exportación.
Sin embargo, las perspectivas para el sector cárnico boliviano son optimistas. Con una demanda global creciente de productos cárnicos de calidad y un mercado internacional cada vez más abierto, Bolivia tiene una gran oportunidad para consolidarse como uno de los principales exportadores de carne en la región.
El récord alcanzado en 2024 no solo es motivo de orgullo para Bolivia, sino también un testimonio del potencial del país para convertirse en un líder en el comercio internacional. Con el esfuerzo conjunto de productores, autoridades e instituciones del sector, Bolivia está en camino de consolidarse como un actor clave en el mercado global de las exportaciones no tradicionales.
