Ante el desafiante panorama generado por la sequía y la consiguiente escasez de granos, el sector productivo ha propuesto la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las empresas importadoras de insumos agrícolas.
Esta medida busca aliviar la carga financiera de las compañías que adquieren estos productos, los cuales son distribuidos directamente a los productores mediante líneas de crédito.
Esta solicitud surgió durante la celebración de la Exposoya, un evento anual organizado por la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo de Santa Cruz (Anapo) en el municipio de Cuatro Cañadas. La exposición reúne a más de 8.000 productores y a más de 120 empresas e instituciones que presentan tecnología agrícola avanzada, además de ofrecer demostraciones de maquinaria y equipos.
En este contexto, los principales actores del sector económico han enfatizado la importancia de utilizar tecnología para enfrentar los desafíos presentados en el año 2024.
Aunque se han flexibilizado los controles para la exportación de productos oleaginosos este año, factores incontrolables como el clima están impactando negativamente en los rendimientos para esta temporada. Según la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), a pesar de la simplificación de los trámites para la exportación, los volúmenes de venta al exterior no aumentarán debido a la sequía, que dejará un déficit de 600.000 toneladas de granos de soya debido al retraso en la siembra, lo que afectará la producción de subproductos con valor agregado destinados a la exportación.
Este retraso en la siembra se ha visto exacerbado por la sequía que ha afectado a las principales zonas productoras de este grano.
En este contexto, Fernando Romero, presidente de Anapo, ha destacado “la importancia de la biotecnología en el camino hacia la mejora de la productividad”. Romero recordó que la contribución de esta herramienta ha supuesto un avance significativo en la mejora de la productividad agrícola.