Estados Unidos se mantiene en vilo ante la situación agrícola regional, con la atención puesta especialmente en las lluvias que afectan la rentabilidad en la Bolsa de Comercio de Chicago, generando un impacto directo en los futuros de la soya. Las expectativas se centran en la soya argentina, que se proyecta casi duplicar su producción este año, alcanzando cerca de 50 millones de toneladas métricas. En las últimas horas, los futuros de la soya de Chicago experimentaron una disminución del 0,2%, situándose en 12,71 dólares el bushel, después de una caída cercana al 2% el día anterior, alcanzando sus niveles más bajos desde el 12 de octubre, según reporta la Agencia Reuters.
Las lluvias en el norte de Brasil, el mayor productor mundial de soya, están desempeñando un papel crucial al mejorar gradualmente la humedad y las condiciones de los cultivos. Se anticipa que estas condiciones climáticas se mantendrán “muy activas” durante la semana, según informa la empresa de meteorología Maxar. A pesar de la disminución en las estimaciones de cosecha de soya en Brasil, donde StoneX recortó en 9,1 millones de toneladas métricas la previsión para 2023/24, situándola en 152,8 millones de toneladas, se espera que la oferta adicional de otros países sudamericanos compense las pérdidas.
Arlan Suderman, analista de StoneX, señala que la necesidad de aumentar las importaciones de soja estadounidense para compensar una cosecha “corta” en Brasil no ha sido percibida aún por los compradores. Esto se debe, en parte, a las expectativas de que la cosecha argentina experimente un aumento significativo hasta aproximadamente 50 millones de toneladas métricas. Este resurgimiento de Argentina en el mercado internacional se produce tras una retracción causada por medidas recesivas del gobierno socialista anterior, y se espera también un aumento en la producción de Paraguay y Uruguay.
Aunque las exportaciones estadounidenses de soja han mostrado debilidad, la demanda interna sigue siendo robusta. En noviembre, el Departamento de Agricultura de EE. UU. informó que se trituraron 200,1 millones de bushels, superando las expectativas de los analistas. La soya, además, enfrenta presiones derivadas de la caída de los precios del petróleo, según analistas de Bloomberg Intelligence, quienes indican que la soya se verá afectada si el precio del petróleo, la materia prima más importante a nivel mundial, se mantiene alrededor de los 50 dólares por barril.
En resumen, la situación actual sugiere que se requerirá una combinación de escasa producción y un aumento en el precio del crudo para que los precios de los cereales experimenten repuntes significativos en el transcurso del año 2024.