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De La Niña a El Niño: retos climáticos en la campaña 2023/2024

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De La Niña a El Niño: retos climáticos en la campaña 2023/2024

Los problemas climáticos han sido un tema perturbador, especialmente en las últimas tres campañas, donde ha habido un episodio continuado del fenómeno de La Niña. Este fenómeno ha tenido repercusiones a nivel continental y global.

En Estados Unidos, por ejemplo, La Niña ha causado sequías persistentes, y ahora, con la transición a El Niño, se ha observado una sequía generalizada y abrupta en todo el trópico. Incluso se informa de una disminución del caudal en el canal de Panamá y ríos secos en la cuenca amazónica brasileña. Estos eventos climáticos extremos están afectando diversas regiones de manera significativa.

El experto climatólogo Eduardo Sierra, explica que hasta diciembre de 2022, estábamos experimentando el fenómeno de La Niña, que afectó las condiciones climáticas de diferentes regiones.

Este fenómeno trajo enfriamiento en el Pacífico ecuatorial, mientras que en el Atlántico sur y el Pacífico central, las condiciones eran cálidas. En el sur de Brasil, esto resultó en sequías durante la campaña 2021-2022 y continuó hasta el 2023. En contraste, el norte de Brasil experimentó condiciones favorables, contribuyendo a una cosecha récord a pesar de La Niña.

“Las tres continuas apariciones de La Niña también afectaron a Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, que experimentaron una intensa sequía. Es importante tener en cuenta que estos eventos climáticos extremos, como La Niña y sus consecuencias, tienen un impacto significativo en las condiciones meteorológicas y agrícolas de las regiones afectadas”, dijo el experto.

Durante la primavera, “El Niño” alcanzó su plenitud, reduciendo los contrastes zonales, pero sin lograr eliminarlos totalmente. El centro de la Región Pampeana, algunas zonas de la Mesopotamia registrarán anomalías de precipitaciones leves a moderadas, mientras que el Noroeste del Cono Sur, gran parte de Cuyo, el sudoeste y el sudeste de Buenos Aires y el este del Uruguay experimentarán lluvias superiores a la media, indicó Eduardo Sierra.

El régimen térmico será más moderado que en las temporadas anteriores, con menor riesgo, tanto de heladas tardías, como de calores tempranos.

Durante el verano, “El Niño” llevará a cabo su disipación, volviendo a causar efectos diferenciales. El oeste y centro de Cuyo, la mayor parte de la Región del Chaco, el norte y centro de la Región Pampeana y la Mesopotamia observarán precipitaciones superiores a lo normal, mientras el centro y este de Buenos Aires recibirán aportes normales. Contrariamente, un foco de lluvias por debajo de lo normal volverá a instalarse sobre el este de Cuyo, el centro y sur de Córdoba, gran parte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.

El régimen térmico será poco perturbado, observando registros cercanos a lo normal con menor frecuencia e intensidad en los episodios de calor.

Pese a las marcadas perturbaciones estacionales, cuando se evalúa el total de la campaña 2023/2024, se observa que la mayor parte del área agrícola registrará precipitaciones normales a superiores a lo normal, con la particularidad que las anomalías positivas de mayor magnitud se producirán en su ángulo noroeste, donde “El Niño” suele tener efectos negativos.

“Se proyecta una progresión gradual de las lluvias en Santa Cruz, con niveles más bajos en diciembre y enero, un aumento en febrero y marzo (especialmente febrero), seguido de una disminución en abril y mayo. La distribución irregular de las lluvias podría plantear desafíos para la planificación agrícola.”

El experto menciona un total de 750 milímetros de agua en los meses mencionados. Este dato es útil para evaluar el régimen de lluvias esperado y su impacto en la vegetación y la producción agrícola.

Se anticipa un termómetro elevado, pero con mínimas que se harán sentir un poco más. Este cambio en las temperaturas puede influir en el crecimiento de cultivos y en el manejo de la producción agrícola.

La irregularidad en la distribución de las lluvias puede plantear desafíos para los agricultores, especialmente si no hay suficiente agua en los momentos clave del ciclo de crecimiento de los cultivos.

Es importante tener en cuenta que las condiciones climáticas son inherentemente variables, y las previsiones a largo plazo pueden cambiar, el experto recomienda seguir monitoreando las actualizaciones climáticas locales para obtener información más precisa y detallada.