Agro del Sur/ Septiembre cerró con un alarmante balance de incendios forestales y focos de calor en Sudamérica, con al menos 139.493 eventos detectados, según el Programa ´Quemaidas´ del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE). Esta cifra refleja la magnitud de la crisis que afecta a la región, donde países como Brasil, Bolivia, Argentina, Perú, Paraguay, Colombia y Ecuador fueron los más golpeados por estos incendios durante el noveno mes del año, una tendencia que se ha mantenido a lo largo del 2024.
En las últimas semanas, el impacto de las llamas y el humo ha sido especialmente devastador en áreas de Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil, donde miles de focos de calor han sido monitoreados tanto por satélites como por autoridades locales. Ante la emergencia, varios gobiernos han adoptado medidas extremas: Bolivia declaró el estado de desastre nacional, Ecuador emitió alerta roja en 15 provincias, y Perú declaró estado de emergencia en tres regiones clave.
Para Johana Herrera, oficial de bosques y cambio climático de WWF Colombia, lo más preocupante es que la mayoría de estos incendios tienen origen humano. “En Colombia, el 95% de los incendios son provocados por el hombre”, afirmó. Entre las causas destacan la deforestación, la expansión agrícola y ganadera, el cultivo de productos ilícitos y el acaparamiento de tierras, prácticas que suelen recurrir al uso del fuego para limpiar terrenos. Herrera también señaló que la quema descontrolada de basura contribuye significativamente al problema.
Incendios forestales en Sudamérica de enero a septiembre de 2024
Estos incendios no solo destruyen la vegetación, sino que también agravan las condiciones climáticas. “La pérdida de cobertura vegetal reduce las lluvias, agrava las sequías y altera el ciclo hidrológico. Además, deja los suelos expuestos, incrementando la escorrentía superficial y la erosión, lo que afecta la capacidad de las cuencas hidrográficas para retener agua y recargar acuíferos”, explicó Herrera a Bloomberg Línea.
Asimismo, los incendios en la Amazonía tienen repercusiones en regiones distantes, pues afectan los flujos de humedad que se generan en esta zona y que son transportados por los llamados “ríos voladores”, alterando el régimen de lluvias en otras áreas del continente.
El impacto del cambio climático y la sequía
Herrera también subrayó el papel del cambio climático en el aumento de la frecuencia e intensidad de los incendios. “Las sequías prolongadas y las altas temperaturas crean condiciones ideales para que el material vegetal seco se convierta en combustible, elevando la probabilidad de incendios”, puntualizó.
En lo que va del año, entre el 1° de enero y el 30 de septiembre, Sudamérica ha registrado 409.099 focos de calor, la cifra más alta en los últimos 14 años, solo superada por los 413.751 registrados en 2010, de acuerdo con el INPE. Estos datos reflejan una alarmante tendencia que amenaza la estabilidad ambiental de la región, poniendo en riesgo la biodiversidad, la salud humana y la seguridad económica de comunidades enteras.