El horizonte del año 2024 se vislumbra con prometedor crecimiento para las exportaciones brasileñas de carne, destacando una vigorosa demanda, principalmente en China, respaldada por una oferta sustancial de carne vacuna y de pollo. Mientras que en el mercado porcino se espera un aumento más moderado en la oferta de animales, las restricciones crecientes en los países competidores podrían impulsar la preferencia por las proteínas brasileñas.

Rabobank ha proyectado un incremento del 2% al 3% en las ventas de carne vacuna brasileña al mercado internacional durante el próximo año, impulsado principalmente por la creciente demanda china. En lo que va del año, Brasil ya ha exportado 2,3 millones de toneladas, según la Asociación Brasileña de Frigoríficos (Abrafrigo). Según cálculos del banco, el volumen total de importaciones chinas de proteínas experimentará un crecimiento entre el 6% y el 7% con respecto a 2023, equivalente a unas 200,000 toneladas.

Wagner Yanaguizawa, analista de Rabobank, destacó que esto favorecerá directamente a Brasil, que ya ostenta el título de mayor exportador a China, representando el 41% de todas las importaciones chinas de carne vacuna. Además del aumento en el volumen, existe la expectativa de que los importadores chinos estén dispuestos a pagar un precio ligeramente más alto por tonelada de producto.

El presidente de Abrafrigo, Paulo Mustefaga, estimó que el volumen de envíos de carne vacuna debería cerrar el año 2023 con un aumento del 4% al 5%. No obstante, se prevé que los ingresos sufran una caída del 20%, afectados por la disminución de los precios por tonelada exportada, especialmente en el mercado chino.

Mustefaga afirmó: “En cuanto al próximo año, creo que hay margen de reacción, aunque dependerá del precio que esté dispuesto a pagar China. Todo estará sujeto a su recuperación económica, que parece estar en mejoría”.

Los exportadores no deben esperar que los valores regresen a los niveles observados entre 2021 y 2022, cuando la tonelada superaba los 7,000 dólares. Sin embargo, hay potencial para superar los actuales 5,000 dólares por tonelada. Mustefaga también subrayó que la reducción de la oferta de carne vacuna en Estados Unidos, debido al ciclo de escasez de animales disponibles para sacrificio, hace que Brasil sea más competitivo. “Existe la posibilidad de que el país amplíe sus ventas a Estados Unidos, para complementar la producción allí, así como oportunidades para abastecer mercados que los estadounidenses eventualmente no logren atender.”