Argentina se enfrenta a una inflación mensual del 12,4%, la más alta en tres décadas, con un aumento del 124,4% en los últimos 12 meses. Esta escalada de precios afecta principalmente al rubro de alimentos, que ha experimentado un aumento del 15,6%. La carne molida común, un alimento muy popular en el país del asado, aumentó un 39,4% en agosto. Argentina, como principal consumidor de carne bovina del mundo, se ve especialmente afectada por estos aumentos.
El consumo per cápita de carne, que había alcanzado los 52 kg en 2022, se espera que caiga a 46 o 47 kg este año. La devaluación del peso argentino, el aumento de los insumos y la sequía han contribuido a esta situación, lo que ha llevado a una corrección en el mercado, pero la carne sigue siendo más cara. La incertidumbre económica y la inestabilidad en los precios preocupan a los argentinos, quienes buscan alternativas como el pollo y las verduras para hacer frente a los costos crecientes.
Fuente: SCA