La crisis en los mercados agrícolas de Bolivia está generando serias dificultades para los campesinos, quienes ven cómo los precios de sus productos caen drásticamente durante la temporada alta. Esta situación, según los productores, les impide cubrir siquiera los costos básicos de producción, poniendo en riesgo su sustento.
Rivelino Zenteno, ejecutivo de la Central Campesina de Cercado, denunció la alarmante caída en el precio de la papa, un alimento básico en la dieta boliviana. “Antes, una carga de papa se vendía en 450 bolivianos. Ahora apenas llega a 120 bolivianos”, lamentó Zenteno, evidenciando la magnitud del problema. Este fenómeno es atribuido a la sobreoferta característica de esta época del año, que satura los mercados y desploma los precios.
El dirigente también criticó la falta de reacción de la población ante la difícil situación que enfrentan los productores. “Cuando los precios están bajos, nadie dice nada. Pero si suben, todos reclaman”, expresó. Esta reflexión subraya la poca consideración hacia el esfuerzo de los campesinos, quienes cargan con las pérdidas económicas mientras los consumidores se benefician de precios accesibles.
En cuanto a otros productos agrícolas, como el choclo, Zenteno destacó que, a pesar de las dificultades, sigue abasteciendo los mercados a precios entre 8 y 15 bolivianos por docena. Sin embargo, estos valores, aunque razonables para los consumidores, no compensan los costos de producción ni aseguran ganancias para los productores.
La situación actual pone en evidencia la vulnerabilidad de los campesinos frente a las fluctuaciones del mercado y la falta de políticas públicas que estabilicen sus ingresos. Sin un apoyo económico adecuado, los pequeños productores seguirán enfrentando desafíos que amenazan no solo su economía familiar, sino también la sostenibilidad del sector agrícola en el país.