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Bolivia logra un hito sanitario internacional, con ausencias que preocupan

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Bolivia logra un hito sanitario internacional, con ausencias que preocupan

Bolivia ha alcanzado un logro histórico en materia de sanidad animal. En la 92.ª Asamblea General de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), celebrada en París, el país fue oficialmente reconocido como libre de fiebre aftosa sin vacunación, una certificación sanitaria de alto nivel que representa un antes y un después para la ganadería nacional y su proyección internacional.

Este importante reconocimiento es fruto de 24 años de esfuerzo técnico ininterrumpido, que incluyeron 48 campañas de vacunación desde 2001, ejecutadas bajo un modelo de cogestión sanitaria público-privada. El trabajo fue liderado por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), con el firme compromiso de las federaciones ganaderas agrupadas en la Confederación de Ganaderos de Bolivia (CONGABOL).

Una delegación técnica boliviana, compuesta por representantes del SENASAG, organizaciones ganaderas y frigoríficos exportadores, estuvo presente en la capital francesa para recibir la distinción. Sin embargo, la ceremonia se vio opacada por la notoria ausencia del Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, así como del Director Nacional del SENASAG, cuyas presencias habrían representado un respaldo político e institucional fundamental para un logro de esta envergadura.

La falta de representación política adquiere mayor relevancia ante el contexto actual que vive el sector cárnico boliviano, afectado por restricciones impuestas desde el gobierno central que limitan las exportaciones. Estas medidas contradicen los avances técnicos alcanzados, y afectan directamente la generación de empleo, divisas y desarrollo en las regiones productoras.

Con esta certificación, Bolivia se une a un exclusivo grupo de solo 67 países en el mundo reconocidos por la OMSA como libres de fiebre aftosa sin vacunación, lo que abre la puerta a mercados exigentes y de alto valor como Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, que priorizan estándares sanitarios rigurosos y trazabilidad en su cadena alimentaria.

Más allá del hito técnico, este avance tiene profundas implicancias estratégicas. Posiciona a Bolivia como un proveedor confiable de alimentos seguros en un escenario global donde la seguridad alimentaria y el abastecimiento estable de proteínas son temas prioritarios. Es, por tanto, una oportunidad sin precedentes para fortalecer la presencia del país en el comercio mundial de carne.

No obstante, el logro sanitario requiere de una agenda política clara y coherente. Es urgente establecer estrategias de apertura comercial, avanzar en negociaciones bilaterales sanitarias y reforzar la diplomacia sanitaria que permita consolidar mercados y proyectar la marca país de la carne boliviana.

Este momento debe ser motivo de orgullo para el sector agropecuario, pero también un punto de partida para la adopción de decisiones políticas valientes, alineadas con el trabajo técnico ya realizado. Bolivia tiene ahora la posibilidad real de vender carne al mundo; lo que se necesita es visión, liderazgo y compromiso para capitalizar esta oportunidad histórica.