El Día Nacional de la Leche en Bolivia se celebra en un contexto marcado por desafíos significativos para el sector lechero, que se enfrenta a los efectos adversos de la crisis climática, las tensiones sociales y la situación económica del país. A pesar de estos obstáculos, los productores de leche del departamento han decidido no dejar pasar la ocasión y organizaron una serie de actividades para conmemorar la fecha, destacando la importancia de la industria láctea. Las celebraciones incluyeron jornadas técnicas, capacitaciones y una fiesta de integración, en la que se coronó a la Reina Nacional de la Leche, un evento que simboliza la unión entre productores y empresas vinculadas al sector. Además, se buscó promover un espacio de confraternización y diálogo, resaltando la relevancia de la industria en la economía y la nutrición de la población boliviana.
Mario Alberto Justiniano, presidente de la Asociación de Ganaderos de Leche de Warnes (AGALEWAR), subrayó la importancia de esta celebración como una oportunidad para fomentar el consumo de leche en Bolivia, que se encuentra entre los países con menor consumo de lácteos en Sudamérica. Durante su discurso, Justiniano destacó que el consumo de leche per cápita en Bolivia es de apenas 63 litros por persona al año, una cifra alarmantemente baja en comparación con el promedio recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es el doble. Esta situación coloca al país en el último lugar de la región en términos de consumo de productos lácteos, un hecho que, según el dirigente, debe generar preocupación y acciones concretas para revertir esta tendencia.
“En Bolivia se consumen solo 63 litros de leche por persona al año, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda el doble de esta cantidad. Bolivia tiene el índice de consumo de leche más bajo de toda Sudamérica”, afirmó Justiniano, haciendo un llamado a generar mayor conciencia sobre los beneficios del consumo de lácteos y la necesidad de impulsar campañas educativas que promuevan hábitos saludables. Añadió que, aunque la industria enfrenta adversidades, es vital que se continúe trabajando para fortalecer el consumo interno de leche, dado su impacto positivo en la salud, especialmente en niños y adolescentes.
Desafíos del Sector Lechero
La celebración también sirvió como plataforma para abordar los múltiples desafíos que enfrenta la industria lechera en Bolivia. Justiniano mencionó que, a lo largo de los últimos años, el sector ha tenido que lidiar con problemas sociales que han complicado la producción y distribución de leche. Las convulsiones sociales, junto con los bloqueos de caminos, han sido un golpe duro para los productores, ya que afectan la logística de distribución de un producto altamente perecedero que requiere condiciones especiales de transporte y almacenamiento.
“Las convulsiones sociales y los bloqueos nos impactan profundamente. Somos un sector que maneja un producto extremadamente perecedero, que se deteriora rápidamente. Un bloqueo es literalmente mortal para nosotros”, destacó Justiniano. Explicó que cualquier interrupción en el flujo de transporte puede resultar en pérdidas significativas para los productores, quienes a menudo no tienen la capacidad de almacenar grandes volúmenes de leche durante períodos prolongados. Por esta razón, se necesita una mayor estabilidad social y políticas que garanticen rutas de transporte seguras y eficientes para apoyar la producción y distribución de leche en el país.
Jornada Técnica: Innovación para el Desarrollo del Sector
Como parte de las actividades en el marco del Día Nacional de la Leche, se llevó a cabo una Jornada Técnica Lechera que reunió a más de 50 asistentes, entre estudiantes, profesionales y representantes de empresas del sector. Esta jornada fue una muestra del compromiso del sector lechero con la capacitación continua y la innovación, presentando seis ponencias magistrales de expertos nacionales que abordaron temas clave para la mejora de la producción láctea.
Uno de los temas destacados fue la «Higiene Estratégica para la Conservación de la Leche», a cargo del doctor Carlos Etmuller, quien resaltó la importancia de mantener prácticas adecuadas de limpieza en todas las etapas de la producción para prevenir la proliferación de microorganismos y bacterias que puedan comprometer la calidad del producto. La presentación sirvió como un recordatorio de que la calidad y seguridad de la leche deben ser prioridades absolutas para los productores bolivianos.
Otro de los temas tratados fue el bienestar animal, abordado por el doctor Ricardo Echazú, quien enfatizó que la buena salud y manejo de las vacas lecheras son fundamentales para mantener niveles de producción óptimos. Echazú compartió recomendaciones prácticas para evitar la disminución de la producción durante la ordeña, un aspecto que, aunque ampliamente conocido, aún necesita mejoras en muchas lecherías del país. Asimismo, el doctor Carlos Eduardo Rojas expuso sobre la influencia de la sanidad en la eficiencia de la producción, destacando cómo la prevención de enfermedades contribuye a la sostenibilidad de la industria.
El evento concluyó con una presentación del doctor Fabricio Pereson sobre la «Nutrición de la Vaca Lechera en Preparto y Transición», subrayando la importancia de una alimentación adecuada durante etapas críticas para asegurar la salud de los animales y, por ende, la calidad de la leche. Pereson destacó que la nutrición en estos períodos no solo afecta la cantidad de leche producida, sino también su composición y beneficios nutricionales.
Este conjunto de actividades no solo sirvió para celebrar el Día Nacional de la Leche, sino que también se enfocó en fortalecer las capacidades del sector lechero, mostrando que, pese a los desafíos, existe un firme compromiso con la mejora continua y la resiliencia. Las iniciativas de capacitación, junto con los esfuerzos para promover el consumo interno de lácteos, forman parte de una estrategia más amplia para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible de la industria láctea en Bolivia.