En un anuncio reciente, el Ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, reveló que “Bolivia, con una producción anual de 316,103 toneladas de carne bovina, tiene la capacidad de exportar hasta 26,000 toneladas. Este pronunciamiento se suma a la información compartida a través de la cuenta oficial de Facebook del Ministerio, donde se destaca que para satisfacer la demanda interna, se requieren 290,000 toneladas, lo que deja un excedente exportable”.
Huanca advirtió sobre las consecuencias de una exportación total de la producción de carne, indicando que esto podría conducir a un aumento de precios, afectando así el presupuesto de las familias bolivianas. El ministro destacó la importancia de mantener la estabilidad de los precios en el mercado interno mientras se asegura un saldo exportable.
En el año anterior, los frigoríficos Fridosa, Frigor y BFC lideraron las exportaciones con alrededor de 20,000 toneladas de carne, según datos del Gobierno. Huanca expresó el compromiso del Gobierno Nacional en trabajar para garantizar el abastecimiento y la estabilidad de los precios en el mercado interno, al tiempo que asegura el equilibrio en las exportaciones.
La declaración del Ministro surge en medio de anteriores afirmaciones de los ganaderos, quienes sostienen que pueden exportar más de 36,000 toneladas, sin descuidar el mercado interno. China sigue siendo un actor crucial en este panorama, absorbiendo más del 50% de las exportaciones de carne bovina boliviana, mientras que también se busca expandir el acceso a mercados como Chile, para lo cual técnicos chilenos han inspeccionado la cadena productiva de la carne.
El avance en la genética bovina ha sido fundamental para el desarrollo de la ganadería boliviana, permitiéndole competir a nivel internacional, incluso alcanzando el nivel de Brasil en la crianza de ganado nelore mocho, una raza carnicera destacada. Además de la exportación de carne, Bolivia ha diversificado sus envíos al exterior, incluyendo la exportación de semen y embriones a diversos países, consolidando su presencia en el mercado global. Este equilibrio entre la demanda interna y las exportaciones destaca el papel estratégico que desempeña Bolivia en la industria cárnica internacional.