El sector porcicultor en Santa Cruz enfrenta una serie de desafíos, sumándose a los bloqueos de carreteras y a los altos precios del maíz, la falta de soya ha agravado la situación. El Directorio de la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor) expresó su preocupación por la escasez de soya en las industrias, una situación que está afectando considerablemente a los productores de cerdos. La demanda mensual de los productores es de 5,000 toneladas de soya solvente, pero solo se están vendiendo 3,500 toneladas, poniendo en riesgo la producción porcina.
Jorge Méndez Roca, presidente del directorio de Adepor, señaló que “los productores de cerdos desean continuar produciendo alimentos para la población, pero se enfrentan a problemas que dificultan su trabajo”. Además de los bloqueos y la falta de maíz, ahora deben lidiar con la escasez de soya solvente para alimentar al ganado porcino, lo que amenaza con afectar el suministro normal de carne de cerdo en el departamento y en todo el país.
La falta de soya en el mercado local ha sorprendido a los productores desde enero, generando preocupación en el sector porcicultor y afectando también a los sectores lechero y avícola. Las restricciones gubernamentales a la exportación de soya, aplicadas en los últimos dos años, han generado un desequilibrio en el suministro interno de soya, con el Gobierno asignando cuotas insuficientes para satisfacer las necesidades de los productores.
Méndez destacó que “Adepor solicitó a las industrias la entrega de 5,000 toneladas de soya solvente al mes, pero el Gobierno solo asignó 3,500 toneladas, dejando un déficit de 1,500 toneladas”. Otros sectores pecuarios, como los avicultores y los productores de leche, también enfrentan déficits de soya solvente, lo que evidencia la escasez generalizada en el mercado.
La situación se agrava al identificar que las industrias aceiteras carecen de soya en grano para moler, ya que la cosecha correspondiente a la campaña de verano 2023-2024 no estará disponible hasta mayo. Aunque se estima que hay soya almacenada, se plantea la pregunta sobre su ubicación y destino, sugiriendo posibles autorizaciones gubernamentales para la exportación y almacenamiento por parte de grandes empresarios.
En este contexto, los sectores pecuarios están dispuestos a pagar $368 por tonelada de soya solvente, pero las industrias, además de las limitaciones impuestas por el Gobierno, enfrentan la falta de granos de soya en sus instalaciones, lo que dificulta aún más el suministro necesario para los productores. La incertidumbre en el acceso a insumos esenciales y la continuidad de los bloqueos son motivo de creciente preocupación para los porcicultores en Santa Cruz.