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Baja la previsión de cosecha de soya de Brasil en la zafra 2023/24

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Baja la previsión de cosecha de soya de Brasil en la zafra 2023/24

La IV Encuesta de cosecha 2023/24, publicada por la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab), trae una nueva reducción en la estimación de cosecha en el ciclo actual. En general, las condiciones climáticas inestables, con lluvias escasas y mal distribuidas combinadas con altas temperaturas en la región central del país, además de intensas precipitaciones en la región Sur, provocaron y aún persisten en el retraso en la siembra del cultivo, además de influir negativamente en el potencial productivo de los cultivos.

Los agricultores brasileños producirán alrededor de 155,3 millones de toneladas métricas de soya en el ciclo 2023/24, unos 5 millones de toneladas menos de lo previsto en diciembre, pero aun ligeramente por encima de la producción récord de la temporada pasada de 154,6 millones de toneladas.

De confirmarse, el volumen representa una caída de 13,5 millones de toneladas respecto al obtenido en 2022/23.“La actual zafra tiene la característica de ser una de las más complejas para estimar área, productividad y producción de los últimos tiempos. Las dificultades se pueden resumir en problemas climáticos, que generan incertidumbre y dificultan la toma de decisiones de los productores”, reflexiona el superintendente de Información Agrícola de la Conab, Aroldo Antonio de Oliveira Neto.

Se espera que el principal cultivo del país, la soya, produzca 155,3 millones de toneladas. El resultado representa una caída del 4,2% en las expectativas, ya que las primeras proyecciones apuntaban a una cosecha de 162 millones de toneladas. Las condiciones climáticas también fueron decisivas para que algunos productores migraran a otros cultivos, contribuyendo a la reducción de la superficie con relación al relevamiento difundido en diciembre.

Otro producto importante para los brasileños, el arroz, tiene una producción estimada de 10,8 millones de toneladas. Si, por un lado, los precios de los cereales fueron incentivos para aumentar la superficie en algunos estados productores, por otro, los retrasos en la siembra, las cantidades excesivas de lluvia o los períodos estivales ocurridos en diferentes regiones, además de las dificultades en las prácticas culturales, son variables. para registrar impactos desfavorables sobre la productividad.