El fenómeno del Niño, en plena acción durante la actual campaña agrícola, está generando la necesidad de un monitoreo constante por parte de los productores para prevenir la presencia de insectos y hongos que podrían afectar los cultivos. Las condiciones climáticas actuales, con grandes tormentas, humedad ambiental y temperaturas moderadas, favorecen el desarrollo de enfermedades fúngicas en cultivos clave como soja, maíz y girasol.
Guillermo Indaco, ingeniero agrónomo del área de marketing de Sumitomo en el sudeste y sudoeste bonaerense, destaca la importancia de la atención y presencia constante en el campo. “Es un año para estar atentos y muy presentes en el lote, monitoreando de cerca y siguiendo las recomendaciones en cuanto a la evolución de las enfermedades y ser precisos con las medidas de manejo del cultivo”, enfatiza el profesional.
Indaco subraya que el concepto de manejo no se limita solo a la aplicación de fungicidas, sino que abarca toda la planificación del cultivo. En el caso del maíz, sugiere analizar la susceptibilidad de los híbridos a las enfermedades, considerar el ambiente de siembra (temprana o tardía), y prestar especial atención a la siembra tardía, que ocupa una gran parte de la superficie de maíz del país. En este contexto, destaca la importancia de controlar enfermedades como la roya, que tiende a desarrollarse en condiciones de temperaturas más bajas y alta humedad.
Indaco también menciona la posibilidad de desarrollo de carbón de la espiga y destaca la eficacia de los fungicidas en el control de diferentes enfermedades. “En el caso de maíz, y especialmente en situaciones de alto potencial, está muy clara la respuesta del cultivo a su uso”, agrega.
En cuanto a las mezclas de triazoles y estrobilurinas, Indaco destaca las respuestas positivas que se obtienen. Además, menciona la incorporación, en baja proporción, de carboxamidas con buenos resultados. “Es contundente el aporte que hacen las herramientas químicas, es decir, los fungicidas, al rendimiento de maíz, especialmente en situaciones de alta incidencia de enfermedades”, afirma.
En el caso de la soja, Indaco señala la importancia de mitigar las enfermedades del suelo mediante el tratamiento de semillas. Recomienda prestar atención a la calidad de la semilla y a los patógenos presentes en el lote para comenzar con un cultivo lo más sano posible. Respecto a las enfermedades de fin de ciclo, como Cercospora, Septoria o mancha ojo de rana, destaca que también se obtiene una gran respuesta con el uso de fungicidas.
El profesional enfatiza la importancia de considerar el momento y la calidad de la aplicación, respetar las dosis indicadas y seguir todas las recomendaciones específicas de cada empresa sobre los productos utilizados.