El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, reveló que Bolivia está a punto de dar un paso gigantesco en la agricultura al prever el estreno del primer evento con semilla mejorada homologada el próximo año. Este avance revolucionario se aplicará inicialmente en la producción de soya resistente a la sequía, insectos y otros fenómenos climáticos, prometiendo un impulso significativo para la industria agrícola boliviana.
El proceso de desarrollo de estas semillas mejoradas ha sido el resultado de intensas negociaciones y colaboración entre la CAO y el Gobierno boliviano, marcadas por dos reuniones estratégicas. Se han establecido dos mesas técnicas: una dedicada al trabajo de investigación y la otra enfocada en aspectos legales. El viernes pasado, en la ciudad de Santa Cruz, tuvo lugar el segundo encuentro de la primera mesa, donde se delinearon planes concretos para llevar adelante este ambicioso proyecto.
José Luis Farah expresó su entusiasmo al declarar: «La idea es trabajar ya en 2024 con semilla mejorada homologada en soya. De repente poder empezar también con el algodón, que es un cultivo alternativo para sembrar en invierno. Se habló también sobre la caña de azúcar, maíz, soya, trigo, y hortalizas. La semilla mejorada es el remedio a la sequía porque al final de cuentas vamos a seguir produciendo más en terrenos áridos».
Se estima que para finales de noviembre se concluirá el proceso de homologación. Una vez finalizada la propuesta técnica y legal, se enviará la normativa correspondiente a la Asamblea Legislativa para que, en 2024, se dé inicio al uso de este tipo de semillas en la agricultura boliviana.
El presidente de la CAO subrayó que el objetivo central de esta iniciativa es garantizar que toda Bolivia tenga acceso a alimentos económicos, lo cual se logra mediante un aumento en la producción agrícola en el mismo espacio de terreno disponible. Además, se mencionó la posibilidad de homologar semillas de otros países como una estrategia para acelerar el proceso, dado que la producción de semillas propias llevaría varios años.
Farah también destacó que el Gobierno boliviano está trabajando en una ley general sobre biotecnología, que no solo beneficiará a la agricultura, sino también a la salud de la población. «Recién se está sacando la cosecha de quinua tropicalizada, entonces todo el trabajo de investigación que tenemos que implementar es para abastecer a la población y exportar también, lo que generará divisas a corto plazo», agregó.
Finalmente, el presidente de la CAO garantizó que estos alimentos no presentan ninguna alteración ni son nocivos para la población, ya que han sido probados y utilizados con éxito en varios países del mundo. Bolivia se encamina hacia un futuro agrícola prometedor, impulsado por la innovación y la tecnología de vanguardia en la producción de alimentos.
Fuente: La Razón