En agosto, los precios globales del arroz experimentaron un aumento del 14%. Sin embargo, hacia finales de ese mes, comenzaron a mostrar una tendencia a la baja. Este fenómeno se originó debido a la prohibición de las exportaciones de arroz en la India, lo que tuvo un impacto significativo en los precios asiáticos, provocando un aumento del 20%. Este nuevo precio alcanzó su punto más alto en los últimos 15 años.
Las tensiones en los mercados mundiales también se están sintiendo en los mercados domésticos, tanto en los países exportadores como en los importadores. Se están implementando medidas para controlar los precios internos y proteger a los consumidores frente a las tendencias inflacionistas. Al mismo tiempo, las autoridades de los países exportadores, especialmente Tailandia y Vietnam, están asegurando a los mercados externos que no hay razón para restringir las exportaciones, ya que hay suficientes suministros.
A principios de septiembre, los precios mundiales comenzaron a disminuir, en parte debido a la renuencia de los importadores, especialmente Filipinas, a pagar precios tan elevados y su preferencia por esperar la llegada gradual de las nuevas cosechas asiáticas durante el último trimestre del año.
El mercado mundial está empezando a asimilar el impacto de la prohibición de exportaciones de arroz por parte del principal exportador mundial. Sin embargo, las nuevas medidas restrictivas también se aplican al arroz parbolizado indio, que está sujeto temporalmente a una tasa de exportación del 20% hasta mediados de octubre, al igual que otras categorías de arroz blanco indio desde septiembre de 2022.
En relación al fenómeno meteorológico de El Niño, que se anunció desde principios de 2023 para la campaña en curso, se espera que pueda afectar los cultivos en 2024. De hecho, algunos importadores anticiparon sus compras mucho antes de la prohibición india, lo que agotó los suministros disponibles. Los próximos meses serán cruciales en términos de oferta mundial. Además, la demanda mundial podría disminuir, especialmente en el sector de alimentación animal, lo que debería aliviar la presión sobre los precios mundiales en los meses venideros.
Según las últimas estimaciones de la FAO, se espera que la producción mundial de arroz en 2023 mejore un 1.1%. En Estados Unidos, después de una campaña decepcionante en 2022, se prevé que la producción regrese a los niveles de 2021. En China, se anticipa un aumento en la producción que compensará parcialmente las reducciones previstas en India y Tailandia. La situación del mercado del arroz seguirá siendo un tema de seguimiento en el ámbito global.
Fuente: Publiagro