En una decisión que ha encendido la alarma en el sector ganadero, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, anunció la suspensión temporal de la exportación de carne bovina en Bolivia. Según la autoridad, la medida se mantendrá vigente hasta que el abastecimiento interno esté garantizado y los precios en el mercado local experimenten una reducción. El anuncio ha generado un fuerte rechazo entre los productores, quienes advierten que la suspensión afectará la economía del sector y podría comprometer la confianza de los mercados internacionales en la producción boliviana.
El ministro Huanca explicó que no se emitirán certificados de abastecimiento interno a precio justo hasta que la situación del mercado local se estabilice, lo que en la práctica impide la exportación de carne bovina. “Hasta que se regularice el abastecimiento y se reduzca el precio en el mercado local en beneficio del pueblo boliviano, por lo tanto, hasta que suceda esta regularización, no se van a emitir los certificados de abastecimiento interno a precio justo que es un documento soporte para proseguir las exportaciones”, declaró en una conferencia de prensa. La autoridad insistió en que la medida responde a la necesidad de priorizar el consumo interno y evitar incrementos injustificados en los precios de la carne.
Ganaderos advierten impacto negativo
Desde el sector ganadero, la medida ha sido calificada como un golpe a la producción nacional y una amenaza a los mercados externos que con tanto esfuerzo han sido conquistados. Klaus Frerking, vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), expresó su preocupación y criticó la decisión gubernamental, asegurando que afectará gravemente la economía del sector. “El sector ganadero está haciendo un esfuerzo por exportar carne del país, por traer divisas frescas que necesita Bolivia para que haya dólares y se equilibre un poco la economía. No nos olvidemos de que en Bolivia se producen 350 mil toneladas de carne y solo se exportan 30 mil. Esta es una medida que está totalmente en contraruta, totalmente desastrosa para el sector ganadero y los mercados internacionales”, afirmó Frerking en una entrevista televisiva.
Según los productores, la exportación de carne ha sido un pilar fundamental para la estabilidad del sector y la llegada de divisas al país, por lo que frenar las ventas al exterior podría generar un efecto negativo en la producción y en la capacidad de inversión de los ganaderos. Además, sostienen que la suspensión de exportaciones no garantiza necesariamente una reducción en los precios, ya que estos se rigen por las dinámicas de oferta y demanda del mercado.
Rechazo a acusaciones sobre especulación de precios
Uno de los puntos más polémicos de la medida es la afirmación del Gobierno de que los ganaderos tienen responsabilidad en el incremento de precios de la carne en el mercado local. Ante estas acusaciones, Frerking respondió de manera categórica que los productores no fijan los precios, sino que estos se establecen por la oferta y la demanda. “Producimos 350 mil toneladas de carne por año y exportamos 30 mil, lo que representa menos del 10%. Nosotros somos tomadores de precio del mercado internacional y nacional. El precio lo regula el mercado con la oferta y la demanda. No hay posibilidad de intervenir el mercado, este debe fluctuar naturalmente y el Gobierno lo sabe”, sostuvo.
Asimismo, el dirigente ganadero hizo hincapié en que el contrabando de ganado en pie y carne a países vecinos, como Brasil, Perú y Argentina, es un problema de control estatal y no de los productores. “Nuestra moneda no vale, entonces ¿por qué los países vecinos están pagando más? ¿Por qué la carne boliviana se está yendo a Perú, Argentina y Brasil en animales vivos? El responsable de frenar ese contrabando no somos nosotros, sino el Estado”, enfatizó.
Ganaderos convocan reunión de emergencia
Ante la incertidumbre generada por la suspensión de las exportaciones, los representantes del sector han convocado una reunión de emergencia en la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) para definir acciones a seguir y plantear soluciones que eviten una crisis en la ganadería boliviana. “Ya hablamos con el presidente de la Federación de Ganaderos, todo el directorio de la Cámara estará reunido en nuestra casa”, informó Frerking.
El sector productivo espera encontrar alternativas que mitiguen el impacto de la medida y buscar un diálogo con el Gobierno para establecer un plan que no comprometa la estabilidad de la industria cárnica. Mientras tanto, el conflicto entre el Gobierno y los ganaderos sigue en aumento, con posiciones encontradas sobre la mejor estrategia para garantizar precios accesibles para la población sin afectar la competitividad y el crecimiento del sector ganadero boliviano.