El índice de la FAO para los precios de la carne registró en diciembre de 2024 un repunte, alcanzando un valor medio de 119,0 puntos, lo que representó un aumento de 0,5 puntos (0,4%) respecto al mes anterior. Este crecimiento intermensual interrumpe una tendencia de tres meses consecutivos de descensos en los precios. En términos interanuales, el índice se situó 7,9 puntos (7,1%) por encima del nivel alcanzado en diciembre de 2023, lo que subraya el fortalecimiento general de los precios de la carne en el último año. Este incremento se atribuye principalmente a las subidas en los precios de la carne de bovino, impulsadas por una fuerte demanda global y las limitaciones en la producción debido a las paradas rutinarias de mantenimiento de fin de año en las plantas de procesamiento de los principales países exportadores. La combinación de estos factores creó una presión alcista sobre los precios de la carne de res, especialmente en los mercados internacionales.
Uno de los elementos clave que contribuyó al aumento de los precios de la carne de bovino fue la robusta demanda en mercados clave, como China y algunos países de América Latina, que incrementaron sus compras ante la escasez de oferta disponible. Por otro lado, las interrupciones en la producción, asociadas a las paradas estacionales de las plantas de sacrificio, también jugaron un papel importante. Estas paradas, que son comunes a final de año, redujeron la capacidad de procesamiento de carne, lo que exacerbó la presión sobre los precios. En cuanto a la carne de ovino, los precios también experimentaron un alza debido a factores similares. La menor disponibilidad de ganado para sacrificio en Australia, uno de los mayores exportadores mundiales de carne de cordero, fue consecuencia de la reciente mejora en las condiciones de los pastos gracias a las lluvias, lo que llevó a los ganaderos a retener más ganado en lugar de enviarlo al matadero. A esta menor oferta se unió una demanda sostenida de carne de ovino, que impulsó los precios internacionales. (Eurocarne)
En contraste, los precios de la carne de porcino mostraron una tendencia a la baja, debido a una demanda de consumo más débil de lo anticipado en la Unión Europea, justo antes de las vacaciones de invierno. Los precios de la carne de cerdo se vieron afectados por una caída en las compras en mercados clave, lo que generó un exceso de oferta en las principales zonas productoras. Además, en algunos países productores de carne de cerdo, como España y Alemania, la producción se mantuvo a niveles elevados, lo que también contribuyó a la caída de los precios. Por otro lado, los precios de la carne de ave experimentaron un ligero descenso en diciembre, como resultado de los abundantes suministros de exportación de Brasil, uno de los mayores productores y exportadores de carne de pollo y pavo del mundo. A pesar de la continua demanda global, el aumento de la oferta desde Brasil y otros países productores ha moderado las presiones alcistas en los precios de la carne aviar.
A lo largo de todo el año 2024, el índice de precios de la carne de la FAO mantuvo una tendencia al alza, registrando una media anual de 117,2 puntos, lo que representó un aumento de 3,1 puntos (2,7%) respecto al año anterior. Este incremento en el índice se vio impulsado por una sólida demanda de importaciones, especialmente desde los principales países consumidores, y un crecimiento moderado de la producción mundial. En particular, las carnes de vacuno, ovino y aves de corral experimentaron precios promedio más altos, en gran parte debido a la falta de crecimiento en la producción en los países exportadores clave, como los Estados Unidos, Brasil y Australia. Sin embargo, la carne de porcino fue la excepción a esta tendencia, registrando una caída en los precios, atribuida a la moderada demanda de importaciones, especialmente por parte de China, que continuó experimentando un enfriamiento en su mercado interno.
En resumen, el comportamiento de los precios de la carne en 2024 ha estado marcado por una combinación de factores que incluyen la demanda global sostenida, los ajustes en la oferta debido a ciclos de producción y las condiciones climáticas en los principales países ganaderos. Aunque las carnes de bovino, ovino y aves de corral vieron un aumento en sus precios, la carne de porcino experimentó una desaceleración de las cotizaciones, lo que refleja las diferencias en la dinámica de los mercados internacionales.
