El comercio exterior boliviano registra su peor desempeño en años, con pérdidas que ascienden a casi 3.000 millones de dólares, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Este desplome se debe a la combinación de una fuerte baja en las exportaciones, que cayeron en 1.643 millones de dólares, y una reducción de 1.337 millones en las importaciones, detalló Gary Rodríguez, presidente ejecutivo del IBCE. La crisis deja al país con un déficit comercial por segundo año consecutivo, agravando los desafíos económicos.
Rodríguez subrayó que este retroceso tiene implicaciones graves para la economía nacional. «Menos exportaciones significan menos divisas para financiar las importaciones necesarias, lo que incrementa los costos de producción y afecta la actividad comercial interna», explicó. La escasez de dólares en el mercado ha elevado el costo de las importaciones y restringido la capacidad productiva del país, generando un efecto dominó que amenaza con debilitar aún más los cimientos de la economía boliviana.
Dependencia crítica de recursos naturales
Uno de los factores estructurales más preocupantes es la dependencia de Bolivia de los recursos naturales no renovables, como minerales e hidrocarburos. Según el informe, las exportaciones de estos sectores han sufrido caídas significativas: 25% en el caso de los minerales y 19% en hidrocarburos. Esta vulnerabilidad, combinada con la volatilidad de los mercados internacionales, pone de manifiesto la necesidad de diversificar las exportaciones y promover sectores más competitivos.
Rodríguez destacó que, a pesar de los esfuerzos por impulsar las Exportaciones No Tradicionales (ENT), que incluyen productos agroindustriales, forestales y manufactureros, estas también registraron una caída del 11% en valor y volumen. Actualmente, las ENT representan el 30% de las exportaciones totales, pero su desempeño insuficiente refleja la falta de políticas efectivas para fomentar su crecimiento.
El desafío de cambiar el rumbo
Para revertir esta situación, el presidente del IBCE hizo un llamado a implementar un cambio drástico en las políticas económicas y comerciales del país. Rodríguez propuso garantizar la seguridad jurídica para los productores, abrir mercados libres para la exportación y desarrollar políticas públicas que favorezcan la productividad y competitividad de sectores estratégicos. Además, insistió en la importancia de explorar nuevos mercados internacionales y diversificar las exportaciones como una prioridad nacional.
«Bolivia necesita decisiones valientes para asegurar un futuro más próspero», declaró Rodríguez, enfatizando que el éxito depende de un trabajo conjunto entre el sector público y privado. Este esfuerzo debe centrarse en sectores como el agroindustrial, el forestal, el turismo y la exportación de servicios, áreas que pueden ofrecer un impulso significativo a la economía.
Datos alarmantes de comercio exterior
El informe revela que, hasta septiembre de 2024, las exportaciones bolivianas totalizaron 6.687 millones de dólares, una caída del 20% en valor y del 13% en volumen en comparación con el mismo período de 2023. Las exportaciones tradicionales, que representan una parte importante del comercio exterior, cayeron un 23% en valor. Por otro lado, las importaciones sumaron 7.117 millones de dólares, con una reducción del 16% en valor y del 11% en volumen, afectando sectores clave como equipos de transporte (-31%), combustibles (-14%) y bienes de capital (-19%). (IBCE)
Propuestas y perspectivas
La crisis económica que enfrenta Bolivia exige medidas inmediatas y estructurales. Rodríguez concluyó su intervención señalando que el país no puede permitirse continuar en esta senda de deterioro. Las propuestas del IBCE apuntan a crear un ambiente de estabilidad y confianza para los productores, fomentar la innovación y garantizar la libre exportación.
En un contexto de incertidumbre global, Bolivia debe aprovechar su potencial interno y trabajar en políticas que aseguren una recuperación sostenible. Sin decisiones audaces, el futuro económico del país podría enfrentarse a desafíos aún mayores en los próximos años.