El director de marketing estratégico de Biogénesis Bagó, Gustave Decuadro destacó la importancia de la planificación para enfrentar condiciones críticas, esto a que se esta transitando una serie de eventos climáticos que impactan en el rebaño bovino y la seca está teniendo incidencia fuerte en el Mercosur con caída en el régimen pluviométricos en algunos países del orden del 30%.
En contacto con Valor Agro indicó que no solo en la parte de producción de pasturas tropical o subtropical, tenemos una caída en la pluviometría importante y a eso se suma algunos efectos climáticos inesperados como el fuego que impactaron los países de Paraguay y región.
Ahora nos encontramos con el fenómeno de la niña y que podría tener un impacto hasta fin de año. Lo que propicia que los productores se puedan preparar. Indicó que para hacer frente a está cuestión se debe aprender a planificar
“Pongo el ejemplo, poniéndome el sombrero de Productor tengo una finca de ganado de carne en Uruguay. Mi penuria forrajera sumada la seca se presenta en invierno, junio y se va hasta septiembre y estoy planificando hoy a fines de octubre qué voy a hacer para tener comida en invierno”, acotó.
Resaltó que el primer punto es aprender a planificar, a tener reservas forrajes para periodos climáticos porque se tiene una producción altamente clima dependiente. Antes de ser ganaderos, se es productor de forraje. Esa planificación no solo deber ser en reserva y carga animal. Pensar en vacas de cola de parición o de ultima parición que se puede hacer para reducir cargas en el periodo de baja oferta forrajera, se debe hacer en el periodo bueno, comentó.
Añadió que ese es el primer punto y que se debe tener consciencia, aprender y tener la voluntad de planificar a los efectos de no encontrarnos en condiciones críticas en una seca o invierno. “Lo peor que no nos puede pasar es no tener comida. Hasta teniendo pasto seco podemos hacer estrategias para sobresalir, pero no tener pasto no nos podemos dar el gusto. Un kilo de forraje siempre es más barato que un kilo de suplemento”, apuntó.
Subrayó que como todo hoy en día, se tiene que tener en la cabeza presente el resultado de la inversión, ver cuál es el costo de herramienta tecnológica que pueda usar y conocer el impacto.
Manifestó que el impacto introduciendo herramientas tecnológicas para evitar penalidades, si se realizan de forma correcta permiten conseguir o mantener el peso de animales en periodos críticos y hasta ganar pesos, y tasas de gestación para criadores viables económicamente a los efectos de poder tener la mayor oferta de terneros que es lo que tienen para vender.
En cuanto a las herramientas tecnológicas disponibles para hacer frente a periodos de crisis forrajeras inducidas por secas son varias y los técnicos la conocer bien al igual que los ganaderos. y ganaderos. Estos van desde el control de amamantamiento sea, usando un creep feeding, destete temporario, destete precoz, o destete anticipado en vacas de ultima parición, son técnicas que ayudan mucho a los establecimientos en condiciones críticas en datos productivos y reproductivos.
También otro tipo de herramiento como el manejo de la carga animal, como poder clasificar el ganado por su estado corporal, utilizar tecnologías como la IATF, o el soporte de penurias forrajeras con suplementos proteinados energéticos, existen herramientas tecnologías a ser usadas por el productor para el caso de ganado de carne.
Para el ganado lechero, en el periodo húmedo es posible producir entre 10 y 14 litros de leche sin necesidad de suplementos. Sin embargo, durante el periodo seco, especialmente cuando disminuye el nivel de proteínas en la oferta forrajera, es necesario recurrir a otras estrategias.
“Una de las técnicas que se está expandiendo en el Mercosur es el confinamiento, que puede variar desde opciones más económicas hasta otras más costosas. Las herramientas existen; siempre se deben estimar los costos, evaluar cuál es la más adecuada y tener en cuenta que dependemos del clima, por lo que hay que adaptarse a estas condiciones”, apuntó.
Agregó que la oferta forrajera disponible en Paraguay, Argentina y Brasil permite contar con pasturas en cantidad y calidad durante los periodos húmedos.
Explicó que cuando se produce una caída en la calidad de la pastura, esto impacta negativamente, ya que el bovino consume ese forraje que ingresa al rumen, donde es digerido por la microbiota ruminal.
Esta requiere al menos un 7% de proteína para funcionar correctamente; de lo contrario, la digestión fermentativa se ve afectada, degradándose y distorsionándose el proceso que realiza el rumiante.