La crisis por la escasez de diésel ha alcanzado un punto crítico, afectando profundamente a la campaña de invierno de soya en Bolivia. Demetrio Pérez, productor y expresidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), expresó su preocupación al declarar: “Es el peor momento que estamos viviendo por la escasez de diésel”. Según Pérez, la falta de este combustible vital ha paralizado la maquinaria agrícola, lo que ya ha impactado severamente la cosecha, afectando alrededor de 400.000 hectáreas de cultivos. Esta situación representa una amenaza para los productores de soya, quienes apenas han podido cosechar un 5% de sus campos, utilizando las pocas reservas de diésel que les quedaban.

El productor advirtió sobre el riesgo inminente de perder la cosecha de soya si no logran abastecerse de combustible pronto. “Nuestras máquinas están paralizadas y no hay combustible hace dos semanas”, afirmó Pérez, destacando la incertidumbre y frustración que sienten los agricultores al ver sus granos en peligro de perderse en el campo. El productor también subrayó que este problema podría desencadenar una crisis en toda la cadena productiva, impactando incluso a las arcas del Gobierno nacional.

Las críticas se extendieron hacia la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), entidades encargadas del abastecimiento de combustibles, a las que Pérez responsabiliza de la falta de apoyo al sector productivo de la región. “Ellos indicaron que el diésel no iba a faltar para el sector productivo, sin embargo, vemos que no hay combustible para nadie”, dijo con molestia, criticando las políticas de control y regulación que, según él, han limitado el acceso al diésel sin resolver la crisis.

A finales de octubre, productores agrícolas de Santa Cruz alzaron la voz, denunciando que la escasez de diésel, cuyo precio regulado es de Bs 3,72 por litro, los ha puesto en una situación desesperante. Anapo informó en un comunicado a sus asociados que YPFB enfrenta dificultades para garantizar el stock de diésel oil para ventas directas. No obstante, indicó que el diésel de ultra bajo azufre (ULS) está disponible para ciertos clientes, como los grandes consumidores, a un precio elevado de Bs 6,88 por litro. Esta diferencia en el costo incrementa la presión sobre los productores, quienes dependen del combustible para completar sus cosechas y asegurar el abastecimiento de granos en el país.