El Gobierno de Bolivia, en un esfuerzo por aliviar el costo de la carne para los consumidores, ha alcanzado un acuerdo con la industria cárnica para reducir el precio del kilo gancho a Bs 23,5. Anteriormente, el precio había alcanzado hasta Bs 27, lo que encarecía el producto final para el consumidor. Esta medida busca estabilizar el mercado y hacer más accesible la carne en los mercados populares de Santa Cruz.
Grover Lacoa, viceministro de Comercio y Logística Interna, detalló que se ha pactado con empresas privadas como Fridosa, Frigor, y BFC para asegurar el suministro de aproximadamente 300 reses diarias, equivalentes a 76.800 kilos de carne. La distribución se enfocará en mercados clave de la región, tales como Cotoca, Luján, San Antonio, Los Lotes, Abasto, Villa Primero de Mayo, entre otros. Lacoa destacó que, al momento, ya se ha logrado llevar el producto a 21 puntos de venta en la ciudad, con la expectativa de expandir el alcance en los próximos días.
Desde el sector privado, Nathalia Schock, jefe de marketing de Fridosa, señaló que el acuerdo representa un esfuerzo importante de la industria para asegurar la demanda local en el país. En tanto, Elva Liz Martínez, representante legal de BFC, subrayó que la contribución de la empresa, pese a los desafíos ambientales, refuerza su responsabilidad social y comercial.
Sin embargo, la iniciativa ha generado opiniones divididas. Gonzalo Serrudo, de la Federación de Carniceros de Santa Cruz, reconoció la medida, pero expresó que la carne a menor costo debe cubrir al menos el 50% de la demanda diaria de 2.000 bovinos para realmente tener un impacto. De igual forma, un exgerente del sector, que prefirió no ser identificado, cuestionó la cantidad ofrecida, considerándola insuficiente frente al consumo total del departamento.
Por otro lado, la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) manifestó su desacuerdo con la fijación de precios, advirtiendo que puede distorsionar el equilibrio natural del mercado basado en la oferta y la demanda. En un comunicado, señalaron que la producción nacional de carne bovina supera las 347.000 toneladas anuales, con un excedente de más de 50.000 toneladas, lo que asegura la estabilidad de la oferta a largo plazo.
A su vez, expertos como Javier Landívar del Colegio de Veterinarios de Santa Cruz, explicaron que la exportación de carne boliviana se centra en cortes industriales, mientras que los cortes de primera calidad se destinan al mercado interno debido a los mejores precios que se obtienen localmente. Alejandro Díaz Salek, expresidente de Fegasacruz, criticó la capacidad del Gobierno para regular el mercado con una oferta de 25.000 kilos, argumentando que se requiere un cambio en el sistema de distribución de carne en el país para abordar los problemas de manera más efectiva. (El Deber)
La iniciativa del Gobierno sigue generando debate, con voces a favor y en contra, pero todas coinciden en la necesidad de asegurar la accesibilidad de un producto esencial como la carne para los hogares bolivianos.
