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Desafíos y oportunidades: análisis de Anapo para campaña 2024-2025

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Desafíos y oportunidades: análisis de Anapo para campaña 2024-2025

Jaime Hernández, gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), brindó un detallado análisis de la situación actual de los productores agrícolas en Bolivia y las perspectivas de siembra para la campaña de verano 2024-2025. En un cuestionario, Hernández abordó temas clave como los desafíos que enfrentan los agricultores, las expectativas de producción, y el impacto de las condiciones climáticas adversas. Además, se refirió a la necesidad urgente de aprobación de biotecnologías como la soya Intacta por parte del Gobierno, subrayando que la incorporación de estas tecnologías podría significar un avance crucial para el sector.

Situación de la campaña de invierno 2024 Según explicó Hernández, la campaña de invierno 2024 ha sido una de las más difíciles de las últimas tres décadas debido a la sequía que afectó severamente la producción. En los cultivos de rotación —sorgo, maíz, trigo, girasol y chía— se sembraron 709 mil hectáreas, lo que representó una reducción del 30% en la superficie comparado con el invierno anterior. Esta baja siembra se tradujo en una producción de 920 mil toneladas, cantidad que no cubre la demanda del mercado interno, dejando en evidencia la gravedad de la situación. En términos comparativos, la producción fue un 65% menor respecto al invierno de 2023, marcando la peor campaña en los últimos 30 años debido a la sequía extrema.

Avance de la producción de soya de invierno En cuanto a la producción de soya de invierno, Hernández informó que se sembraron alrededor de 390 mil hectáreas. Sin embargo, el prolongado periodo de sequía, especialmente en la región del Norte Integrado, ha retrasado el avance de las cosechas, lo que genera incertidumbre sobre los rendimientos finales. Las recientes lluvias podrían ayudar a la recuperación de algunos cultivos, pero aún se debe esperar para hacer una estimación precisa de la producción final.

Perspectivas para la campaña de verano 2024-2025 A pesar de las dificultades enfrentadas en la campaña de invierno, las expectativas para la campaña de verano 2024-2025 son más alentadoras. Anapo estima que se sembrarán aproximadamente 1,3 millones de hectáreas de soya, 100 mil hectáreas de maíz y 100 mil hectáreas de sorgo. No obstante, los productores siguen enfrentando desafíos adicionales, como el abastecimiento irregular de diésel oil, el aumento de los precios de insumos y la limitada accesibilidad a financiamiento, problemas que afectan directamente los costos de producción y la planificación agrícola.

La importancia de la aprobación de la soya Intacta Uno de los puntos más destacados por Hernández fue la necesidad de que el Gobierno apruebe el uso de la soya Intacta. Anapo espera que esta biotecnología pueda ser utilizada para la producción de biocombustibles, en cumplimiento con los acuerdos hechos con pequeños productores de regiones como San Julián y Cuatro Cañadas. Hernández enfatizó que esta aprobación debe ser inmediata, considerando la proximidad del inicio de la siembra de verano. Además, espera que en el futuro cercano se permita el uso de la soya Intacta para todos los fines, incluyendo la producción, comercialización y consumo interno, tras los estudios de salud y seguridad enviados por Anapo.

Otros eventos biotecnológicos en evaluación Además de la soya Intacta, Hernández mencionó que se están realizando avances en la evaluación de otros eventos biotecnológicos, como la soya HB4, tolerante a la sequía, que se encuentra en fase de ensayo. También expresó la necesidad de que el trigo HB4 sea evaluado a partir de la campaña de verano 2024-2025, un proceso que tomaría tres campañas agrícolas para completar su análisis de riesgo.

Situación económica y precios de los granos La situación económica de los productores sigue siendo complicada, principalmente debido a las pérdidas acumuladas y a las restricciones en el acceso a financiamiento. El incremento en los costos de los insumos, sumado a la dificultad de obtener divisas para importaciones, ha elevado los precios de producción, lo que agrava la situación financiera de los agricultores. Respecto a los precios de los granos, Hernández explicó que la cotización de la soya, el cultivo más importante para Bolivia, depende de factores globales de oferta y demanda. En la actualidad, los precios son inferiores a los obtenidos en los últimos dos años, pero se mantiene la esperanza de que puedan mejorar, dependiendo del desarrollo de las campañas agrícolas en países como Brasil, Argentina y Paraguay.

La visión de Hernández refleja la complejidad del panorama agrícola en Bolivia, que enfrenta desafíos tanto climáticos como económicos, pero que también busca nuevas oportunidades a través de la biotecnología para asegurar la sostenibilidad y competitividad del sector en el futuro.