Brasil sigue consolidando su liderazgo en el mercado global de carne vacuna, logrando hitos históricos que impulsan significativamente su economía. En septiembre de 2024, el país alcanzó un nuevo récord al exportar más de 250 mil toneladas de carne en un solo mes, superando la marca anterior de 237.200 toneladas registrada en julio del mismo año. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex), las exportaciones totalizaron 251.700 toneladas, llevando el acumulado de los primeros nueve meses de 2024 a 1,87 millones de toneladas, un volumen que también establece un récord histórico para el país. Estos resultados subrayan la creciente importancia de Brasil en la cadena de suministro alimentaria mundial y reafirman su papel como un actor clave en la economía global.
El crecimiento de las exportaciones no solo ha sido notable en términos de volumen, sino también en valor. En septiembre de 2024, Brasil generó ingresos por US$ 1.136 millones en exportaciones de carne vacuna, lo que representa un incremento del 28% en comparación con los US$ 884 millones obtenidos en el mismo período del año anterior. Este aumento se debe tanto a un mayor volumen exportado como a una mejora en los precios internacionales, lo que refuerza la relevancia económica del sector cárnico brasileño. Con un ingreso diario promedio de US$ 54,1 millones, frente a los US$ 44,2 millones registrados en septiembre de 2023, Brasil muestra un crecimiento sostenido que sigue fortaleciendo su balanza comercial. (America retail)
El éxito de las exportaciones brasileñas de carne vacuna responde a una combinación de factores clave. Por un lado, la mejora en la productividad del sector agropecuario ha permitido que Brasil incremente su producción de carne de manera eficiente y sostenible, posicionando al país como un proveedor confiable de carne de alta calidad. Además, la depreciación del real frente al dólar ha hecho que los productos brasileños sean más competitivos en los mercados internacionales, impulsando las exportaciones hacia destinos clave como China y otros países de Asia y Oriente Medio. A esto se suma la inversión en tecnología y prácticas sostenibles por parte de las empresas del sector, lo que no solo incrementa la productividad, sino también mejora la percepción de los productos brasileños en el extranjero.