El presidente del directorio de Frigor, José Céspedes, entrevistado por Valor Agro, compartió su visión respecto al desarrollo y futuro del negocio ganadero y el creciente avance de la exportación de carne: “La ganadería del país ha tendido a especializarse, lo que permitió la exportación de carne al mundo y que el productor visualice el negocio con más proyección de crecimiento”.
Si bien el potencial es muy grande y la lógica seguirá siendo el abastecimiento del mercado local, aseguró que “me gustaría una dinámica más agresiva de apertura de mercados y colocación de carne al exterior”.
Respecto a la vacunación contra la aftosa, consideró clave hacer una evaluación profesional con integrantes de toda la cadena sobre los pros y contras para luego tomar la mejor decisión: “Debemos discutir de manera objetiva los beneficios de cada alternativa para la mejora de la ganadería y del país”.
Considerando el crecimiento anual y la proyección de la exportación de carne, ¿cómo observa hoy la evolución del negocio ganadero de Bolivia?
Si tuviera que definir el sector ganadero en una palabra, diría que es la especialización. En estos últimos diez años la ganadería ha tendido a especializarse, los ganaderos se están capacitando en cría, recría, engorde y, dentro de este último, en el sistema de confinamiento que ha crecido mucho. Esa es la característica más resaltante actualmente: la especialización, por un lado; y la profesionalización, por el otro. Dado que al especializarse, cada uno se redirecciona con varios servicios de profesionales que están en las áreas de nutrición, genética, sanidad, manejo y otras variables que son fundamentales en una esquema ganadero que cada vez apunta a ser más eficiente. Y en cuanto a la exportación de carne, es el resultado de la formalización y la especialización del rubro. El hecho de que Bolivia esté exportando carne al mundo permite a los ganaderos proyectar una inversión para el aumento de la producción, porque hoy no solo es el mercado boliviano, también está China y próximamente otros países.
¿La exportación de carne fue fundamental para que el productor decida realizar nuevas inversiones estratégicas para el incremento de la producción?
Sin duda alguna, porque el ganadero de avanzada, que abandera los procedimientos de exportación al igual que las empresas frigoríficas, observa que su inversión tiene una proyección, no un límite. Y a medida que está aumentando en mejoras productivas tiene un mayor objetivo exportador.
Si bien la exportación no tiene un porcentaje de participación muy importante dentro de lo que es el negocio del complejo cárnico del país, ¿cómo ve el potencial de envíos a futuro?
La ganadería tiene ciclos productivos un poco más lentos. Pero ya viene en una dinámica de crecimiento, aumentando la producción de carne que seguirá en esa línea. Desearía que haya una dinámica mucho más agresiva en cuanto a la apertura de mercados o la colocación de carne al exterior, pero por las características que se ven hoy, eso irá de manera más lenta, acompañando un poco el crecimiento de la ganadería en sí y la oferta exportable, lo que irá aumentando año tras año.
Habitualmente la exportación de carne empieza a marcar ciertas exigencias en cuanto al tipo de hacienda o procesos de producción, ¿hoy el frigorífico está encontrando esa materia prima de calidad para la producción que necesita?
Seguro que sí. Desde hace varios años los frigoríficos visualizaron esa lógica de aprovechar el excedente exportable para colocar en el mercado internacional. Hoy hay profesionalización y estructuras operativas que juegan a favor de esa materia prima que exigen los mercados externos.
¿Cómo proyecta el negocio de la carne en el país?
Aunque se comenzó a abrir el mercado de exportación, la base siempre será dar prioridad al mercado nacional y esa lógica no cambiará. Toda la cadena productiva debe ser consciente que se debe abastecer primero el mercado interno, es una lógica que se viene manejando desde hace varios años. Lo que deberíamos mirar es el excedente y abriendo mercados para su exportación que definitivamente trae beneficios de mejoras de calidad en procesos, en tipos de corte, en procedimientos de venta, en cortes al vacío, maduración y una serie de otras ventajas; entonces definitivamente a partir de la seguridad del abastecimiento interno es que debemos visualizar ese mercado de exportación y aprovecharlo de manera más conveniente para la ganadería y el país.
¿Cómo ve al mercado de haciendas? Me refiero a la dinámica del precio y si la exportación pasará a jugar un rol importante dentro de la formación de esa referencia en la medida que vaya evolucionando…
Seguro que sí, como sucede en todos los países. En función de que se tenga un mayor porcentaje exportador, los precios internacionales van a tener más influencia, que en la actualidad ya influye, pero obviamente que las variables todavía están más determinadas por el mercado interno.
¿Cómo se encuentra la demanda de las industrias en la capacidad de compra de animales y cuanto más se puede crecer?
Para que tenga un aumento, es más una decisión política. Santa Cruz tiene casi el mismo tamaño de Paraguay, definitivamente deberíamos tener mucho potencial de crecimiento, pero eso obedece también a una serie de estímulos de seguridad de la inversión y otros criterios que hacen que la gente esté dispuesta a seguir apostando. Tenemos mucho para crecer, el sector agropecuario está demostrando en esta época que hay bastante incremento, sin embargo la dinámica de crecimiento dependerá de las condiciones que se otorguen.
Respecto al tema sanitario, ¿qué posición tiene sobre la decisión de la Senasag de dejar de vacunar contra la aftosa?
Tengo una posición menos radical sobre si tiene que ser una o la otra, porque cada una tiene pros y contras. En lo personal, creo que lo más conveniente para Santa Cruz es la opción de seguir vacunando. Pero lo que realmente debería suceder es que nos podamos sentar en una mesa los actores de la cadena y discutir de manera objetiva los beneficios de cada alternativa para tomar la mejor definición.
¿La vacunación ofrece más tranquilidad o seguridad pensando en lo que es la sostenibilidad del negocio?
Si, pero no quiero satanizar la opción sin vacunación, ya que por dejar de vacunar no significa que vas a tener un banorte, puede ser que nunca pase. Lo que está claro es que nadie quiere que suceda un brote, pero es un tema de riesgo. En lo personal me siento más seguro estando en la posición con vacunación. Además, tomar riesgos implica un beneficio mayor, que es algo que deberíamos empezar a ver a futuro.
¿Cree que levantando la vacuna va a dar más oportunidades al complejo cárnico?
Uno de los mejores ejemplos es Uruguay que accede a 130 países en el mundo y tiene el mejor precio de Sudamérica, y lo hace vacunando. Entonces, la decisión tiene que ser basada en las características más específicas que tenga cada país.
¿Se tiene otras prioridades dentro de la ganadería de Bolivia que están por delante antes de tomar una decisión de levantar la vacuna?
La respuesta es sí, no pondría a la vacunación en primera la primera línea de prioridades. Pero lo que estoy sugiriendo, es no parcializar el tema en un escenario de es una cosa u otra, sino que se deben hacer análisis de calidad y en conjunto sobre las oportunidades y las amenazas que se pueden presentar vacunando y sin vacunar.