La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), junto con todos sus subsectores afiliados, ha encendido las alarmas respecto a una crisis que amenaza con socavar la seguridad alimentaria de Bolivia. La escasez de dólares y diésel, factores críticos para la producción agropecuaria, ha provocado el cierre de varias unidades productivas, lo que está generando un ambiente de profunda incertidumbre en el país. José Luis Farah, presidente de la CAO, subrayó que esta situación es extremadamente peligrosa para la estabilidad y el desarrollo de Bolivia, advirtiendo que los retrocesos en la capacidad productiva podrían tardar años en recuperarse.
Farah destacó que, además de la escasez de dólares y diésel, el sector agropecuario enfrenta otros desafíos significativos, como la falta de acceso a la biotecnología y el aumento continuo en los precios de los insumos. En este contexto, la CAO ha señalado al Gobierno nacional como el principal responsable de las dificultades actuales, criticando la falta de respuesta a las advertencias previas sobre el riesgo de una disminución en la producción de alimentos. Según Farah, en lugar de abordar estos problemas, las autoridades han impuesto medidas restrictivas que han exacerbado la crisis del sector agropecuario.
Casos Puntuales
ANAPO: La peor cosecha en 30 años
Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), ofreció un análisis sombrío del 2024, calificándolo como el peor año en tres décadas para la producción agrícola en Bolivia. El cambio climático ha devastado los cultivos, causando la pérdida de 800,000 toneladas de soya, la mayoría de las cuales estaban destinadas a la exportación. La situación se agrava con la pérdida de un millón y medio de toneladas de cultivos de rotación de invierno, incluyendo trigo, un cultivo clave para el consumo interno.
Romero insistió en la urgencia de adoptar biotecnología para mejorar la resiliencia y productividad del sector. Sin embargo, expresó su frustración con la reciente declaración del Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Santos Condori, sobre la posible aprobación del evento HB4 en soya, tolerante a la sequía, para 2025. Según Romero, esperar hasta 2026 para disponer de esta tecnología es inaceptable, considerando la crisis actual.
FEDEPLE: Retroceso de una década en la producción láctea
Eduardo Cirbián, presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), expresó una profunda preocupación por la dramática caída en la producción láctea, que no es un problema estacional, sino estructural. Cirbián destacó que en 2024 la producción de leche proyectada es de 93 millones de litros, un 20% menos que en 2021, lo que significa un retroceso de una década en la capacidad productiva del sector.
“La falta de dólares ha incrementado el costo de los insumos importados en más de un 30%, y el precio de los granos, esenciales para la alimentación del ganado, también ha subido significativamente”. En respuesta, los productores de leche están exigiendo que la industria ajuste el precio de compra de la leche en un 30% para cubrir los costos básicos de producción y evitar un colapso aún mayor en el sector.
ADA: Emergencia en la producción avícola
Omar Castro, presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA), confirmó que la industria avícola está en estado de emergencia, principalmente debido a la escasez de maíz, el principal insumo alimenticio para las aves. “Esta crisis de abastecimiento, exacerbada por la falta de dólares y la dificultad para importar aves reproductoras, podría reducir la oferta de pollo en un 10% durante el primer trimestre de 2025”.
Castro criticó duramente la respuesta del Gobierno, señalando que la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) no está cumpliendo con su papel de garantizar el suministro adecuado de maíz. Además, “denunció un trato discriminatorio hacia ADA Santa Cruz, que produce el 65% del pollo y el 95% de los pollitos para engorde del país, acusando al Gobierno de recortar injustamente las asignaciones de insumos esenciales, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria”.
ADEPOR: Crisis política y económica impactan la producción porcina
Jorge Méndez, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores (ADEPOR), advirtió que la combinación de la crisis económica y las tensiones políticas, manifestadas en paros y bloqueos, está paralizando la producción porcina. Méndez señaló que “la falta de insumos y la insuficiente asignación de granos, esencial para la alimentación del ganado, están obligando a los productores a recurrir al contrabando para mantenerse operativos”.
Méndez también subrayó que el Gobierno ha fallado en proporcionar los créditos necesarios para reactivar el sector agropecuario, agravando la situación. Según él, sin un apoyo gubernamental efectivo, la producción porcina continuará disminuyendo, afectando severamente el abastecimiento de carne de cerdo en los mercados nacionales.
CONCABOL: La zafra azucarera en riesgo
Juan Carlos Rojas, director de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol), informó que “la zafra de caña de azúcar, que debería estar en pleno avance, se está ralentizando debido a la escasez de diésel”. A pesar de las dificultades, Rojas garantizó que la producción de azúcar se mantendrá, aunque advirtió que la producción de etanol podría verse más afectada.
ASOHFRUT: El desastre en la producción de frutas y hortalizas
Morón, presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas y Frutas (ASOHFRUT), describió 2024 como un año catastrófico para los fruticultores, quienes han perdido hasta el 90% de su producción debido a la sequía.
“Esta situación ha comprometido el 20% de la producción local de frutas, y la falta de carburante y divisas está dificultando la continuidad de la producción de hortalizas, cuyos costos de insumos han aumentado en un 50%”.
Morón concluyó que la única solución viable es que el Gobierno asegure el suministro de carburantes, ya que sin ellos los agricultores no pueden preparar sus suelos ni transportar sus productos al mercado, exacerbando aún más la crisis alimentaria.