Los productores de carne y leche están solicitando al gobierno la libre importación de maíz con bajos aranceles para mitigar el déficit del grano, ocasionado por la disminución en la producción debido a factores climáticos adversos este año.

El presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple) de Santa Cruz, Eduardo Cirbián, subrayó la importancia de una provisión adecuada de granos para mantener la productividad del sector. Con la producción agrícola en descenso, estimada en una reducción de 800.000 toneladas de maíz esta campaña, la situación es alarmante.

“En el sector lechero estamos en emergencia debido a los altos costos de los productos veterinarios y el incremento en el precio del maíz”, afirmó Cirbián. “La falta de maíz afecta gravemente nuestra capacidad de producción.”

En respuesta a esta crisis, los productores de carne y leche se unen a los avicultores en su demanda para que se permita la importación de granos con aranceles reducidos o IVA cero. Esto daría certidumbre a la productividad tanto agropecuaria como lechera. Según Cirbián, los granos, especialmente el maíz, son cruciales para la producción de leche ya que aportan la energía necesaria para la producción.

Omar Castro, presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), resaltó que la caída en la producción de granos pone en riesgo las operaciones del sector avícola, que depende de una provisión constante para alimentar a los animales en las granjas.

“Es la única solución para superar el déficit de granos que enfrentamos desde hace varios años”, señaló Castro. “Bolivia, como miembro pleno del Mercosur, puede utilizar el mecanismo de homologación para acelerar este proceso.”

Además de la importación de maíz, ADA también aboga por la aprobación urgente del uso de biotecnología en el país, lo cual podría incrementar la productividad agrícola a largo plazo.

Desde la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor) confirmaron un déficit de 600.000 toneladas en la producción de maíz para este año. La producción del sector se estima entre 450.000 y 500.000 toneladas, que junto con las reservas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), podrían alcanzar las 700.000 toneladas. No obstante, la demanda interna es de 1,3 millones de toneladas, lo que deja un déficit significativo que debe ser abordado urgentemente.

Esta crisis en la producción de granos es un recordatorio de la necesidad de políticas efectivas y soluciones innovadoras para garantizar la estabilidad y sostenibilidad del sector agropecuario en Bolivia.