Con el objetivo de fortalecer la vigilancia epidemiológica en la región de la Chiquitania, el departamento técnico veterinario de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ) ha llevado a cabo una serie de reuniones informativas y de coordinación con los directores de las asociaciones ganaderas de la subregión de la Chiquitania Centro, Norte y Sur. Estas reuniones forman parte de un esfuerzo integral para mantener y consolidar el nuevo estatus sanitario departamental.
Durante estos encuentros, FEGASACRUZ comunicó detalladamente la nueva metodología de trabajo para el control y la vigilancia sanitaria. Este enfoque renovado busca optimizar las prácticas existentes y garantizar una respuesta más rápida y efectiva ante posibles brotes de enfermedades. Los directores de las asociaciones fueron instruidos sobre los procedimientos actualizados, los cuales incluyen medidas preventivas y de monitoreo constante para asegurar la salud del ganado.
Además de la discusión sobre las nuevas formas de trabajo, se realizó una verificación del avance en la Actualización de la Población Bovina. Esta tarea se llevó a cabo en estrecha coordinación con los técnicos del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) y la Asociación de Ganaderos de San Julián (AGASAJU). La actualización de la población bovina es crucial para mantener un registro preciso del ganado y detectar rápidamente cualquier anomalía que pudiera indicar un problema sanitario.
Estas actividades de coordinación y verificación subrayan el compromiso de FEGASACRUZ con la salud y la seguridad del sector ganadero en la Chiquitania. Al establecer una red de vigilancia robusta y eficiente, se busca no solo proteger la salud animal sino también garantizar la sostenibilidad y productividad de la ganadería en la región. La colaboración entre FEGASACRUZ, SENASAG y las asociaciones locales es fundamental para alcanzar estos objetivos y mantener el estatus sanitario de Santa Cruz.
Con estas acciones, FEGASACRUZ reafirma su liderazgo y dedicación al desarrollo del sector ganadero, proporcionando a los productores las herramientas y el apoyo necesario para enfrentar los desafíos sanitarios actuales y futuros. La implementación de estas medidas fortalece la capacidad de respuesta del sector y asegura que la región de la Chiquitania pueda seguir siendo un pilar importante en la producción ganadera de Bolivia.