El sector lechero enfrenta una situación crítica, marcada por el alarmante aumento en el precio de los insumos veterinarios, que ha llegado a duplicarse. Este escenario ha desencadenado el cierre de unidades productivas y una dramática caída diaria en la producción de leche, estimada en hasta 100.000 litros, según advierte el expresidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), Mauricio Serrate.
“Estamos al borde del abismo, no podemos seguir así. Tenemos un sector lechero debilitado, con una marcada reducción en la producción”, sostiene Serrate, quien lamenta la falta de apoyo suficiente por parte de las autoridades gubernamentales. A pesar de los esfuerzos por optimizar costos, la realidad del campo se deteriora cada vez más, con el cierre de unidades productivas como un claro indicador de la crisis que enfrenta el sector.
Según la Asociación Boliviana de Proveedores de Insumos, Bienes y Servicios Agrícolas y Pecuarios (Aprisa), el precio de los productos importados ha experimentado un aumento superior al 20%. En el caso específico de los insumos veterinarios necesarios para la producción lechera, la situación es aún más preocupante, con incrementos de hasta un 100%.
El expresidente de Fedeple explica que hasta el 95% de los insumos utilizados en la actividad lechera son suministrados por proveedores externos. Esto significa que los productores se ven directamente afectados por el alza en los costos, sin tener la posibilidad de trasladar este aumento al precio final de la leche, debido a que su valor está regulado por el Estado.
Ante esta crisis, el sector lechero insta a las autoridades a implementar programas que fomenten el consumo de leche en la población como medida para enfrentar la difícil situación que atraviesa la industria láctea.