El reciente Congreso “A Todo Trigo” celebrado en Mar del Plata ha abierto un abanico de posibilidades para la agricultura argentina y sus mercados. Una de las noticias más destacadas es la anunciada exportación de trigo hacia China, un hito que se vislumbró durante la etapa final del gobierno de Alberto Fernández el año pasado. Según las proyecciones del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), se espera que a partir de diciembre de este año, con el inicio de la cosecha 2024/25, se realicen los primeros embarques hacia el gigante asiático.
Durante uno de los paneles del Congreso, el titular de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras, expresó: “Abrimos, luego de siete años de negociación, el mercado de exportación de trigo a China y en diciembre (de 2024) le vamos a vender a China”. Sin embargo, señaló que China es particularmente exigente en cuanto a los límites de productos agroquímicos de poscosecha y no acepta la presencia de transgénicos en el trigo, como es el caso del trigo HB4.
“Defendemos la biotecnología, pero tenemos que lograr que los compradores también la acepten; prestemos mucha atención en la cadena”, añadió Idígoras. La siembra de trigo tolerante a restricciones hídricas HB4 está aprobada en Argentina desde 2020 y en Brasil desde 2023, así como en otros países como Australia, Nueva Zelanda, Colombia, EE. UU. y Nigeria.
A pesar de los avances, la empresa Bioceres, desarrolladora del evento HB4, ha iniciado el trámite de aprobación en China, pero hasta el momento no se han recibido noticias por parte de las autoridades regulatorias de este país asiático.