La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) emitió una advertencia contundente sobre la peor crisis que ha enfrentado el sector de la soya boliviana en las últimas tres décadas. Se estima que la producción de soya ha sufrido una drástica reducción de al menos 800 mil toneladas en comparación con la campaña anterior, generando pérdidas económicas que superan los 300 millones de dólares para toda la cadena de valor relacionada con este cultivo.
Fernando Romero, presidente de ANAPO, reveló en una conferencia de prensa la magnitud de las pérdidas, atribuyéndolas a “la sequía histórica que azotó durante la campaña de verano 2023-2024 y persistió a lo largo del ciclo de cultivo en las principales áreas productoras de Santa Cruz”.
Localidades como Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos, que representan el 55% de la superficie cultivada, están experimentando una situación crítica que amenaza la sustentabilidad de la industria agrícola y de todos los actores vinculados a la cadena productiva de la soya. (ANAPO)
Unos 6.000 hogares se encuentran afectados, enfrentando la pérdida de sus medios de vida y la imposibilidad de cumplir con sus compromisos financieros con la banca y los proveedores de insumos. Esta situación compromete la cadena productiva que garantiza la siembra futura de alimentos estratégicos como el trigo, maíz, sorgo y girasol, poniendo en riesgo la economía nacional y la seguridad alimentaria del país.
Romero enfatizó que “esta crisis pone en peligro la sostenibilidad de toda la agricultura en la región”. En respuesta a esta situación crítica, ANAPO hace un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para que colaboren en la búsqueda de soluciones inmediatas y a mediano plazo.
Entre las medidas propuestas se incluye la reprogramación de créditos bancarios para los productores afectados, la creación de un fondo de reactivación que permita reprogramar la deuda a 5 años y la aprobación de nuevos eventos de biotecnología, como la soya HB4 tolerante a sequía.
Asimismo, se sugiere avanzar en la aprobación de la soya con tecnología Intacta, lo que permitiría mejorar la productividad y mitigar las pérdidas por sequía y plagas. A pesar de estas pérdidas, Romero aseguró que el abastecimiento del mercado interno de soya está garantizado, aunque la crisis afecta a miles de familias de productores en la región este del departamento de Santa Cruz.