“Se estima que la firma del protocolo no pasará de marzo de este año, ya que no existen observaciones por parte del Gobierno de China después de que el SENASAG realizara su informe técnico”, resaltó Benjamín Blanco, agradeciendo las buenas relaciones con China que permitieron la primera misión técnica al país asiático después de la pandemia de COVID.
Isidoro Barrientos, presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO), expresó que esta es una gran oportunidad para sus afiliados para diversificar con el cultivo de chía, especialmente durante la campaña de invierno, ya que la chía requiere menos agua y tiene un manejo técnico más sencillo que otros cultivos como la soya.
“Hoy todo es soya, soya, soya, esta es una oportunidad para alternar con la campaña de invierno, porque la chía no necesita mucha agua y su manejo técnico en el campo es más fácil”, resaltó Barrientos. Además, indicó que la apertura del mercado chino para la chía podría generar más empleos en el sector.
Fernando Romero, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (ANAPO), considera que la chía es un cultivo muy interesante para los pequeños productores. Destacó que, tras la apertura de China, el desafío es aumentar la producción y garantizar la calidad del producto para abastecer este mercado.
“El desafío recae en nosotros para que productores, proveedores de insumos y exportadores trabajemos para incrementar la producción y garantizar la calidad del producto para abastecer este mercado”, afirmó Romero. Recordó el boom del precio de la chía que llegó a los 5 mil dólares la tonelada y la posterior caída de los precios que desincentivó a los productores. Actualmente, cree que hay madurez en productores y exportadores para consolidar mercados, pero subrayó la importancia de trabajar en conjunto.
Oswaldo Barriga, presidente de CADEX, señaló que el desafío ahora está en el sector privado, apuntando a pasar de las 9,000 toneladas de exportación a 25,000 a mediano plazo y a 50,000 en los próximos 5 años.
Bolivia, junto con Paraguay y México, es considerado uno de los principales productores mundiales de chía. Hasta el momento, los mercados atendidos han sido los de Europa y Estados Unidos, y con la apertura de China, se abre la puerta al mercado asiático.