Las malezas representan una amenaza significativa en el cultivo de soya, afectando especialmente durante los primeros 45 días de desarrollo. Modesto Roque, Jefe de Investigación y Desarrollo de Mainter y experto en Control de Malezas, destaca que este período es crítico, ya que las malezas pueden ocasionar una disminución en los rendimientos de hasta el 70%. Para contrarrestar este problema, se enfatiza la importancia de estrategias como el uso de cultivos de cobertura y herbicidas preemergentes.
Roque subraya que el control eficiente de las malezas implica monitorear y reconocer las especies presentes, seguido de una adecuada desecación mediante herbicidas sistémicos y la aplicación secuencial de herbicidas de contacto, como Paraquat o glufosinato de amonio.
En cuanto a las recomendaciones para el manejo de malezas antes de la siembra, se destaca la aplicación de herbicidas pre emergentes para prevenir la emergencia de malezas. Esto es crucial, ya que las primeras etapas de desarrollo de la soya son críticas y las malezas tienen un mayor potencial de crecimiento.
Roque menciona que ciertas malezas, como Amaranthus spp., Conyza spp. y otras, pueden afectar significativamente los rendimientos, llegando hasta el 70%, dependiendo de factores como la cantidad de plantas por metro cuadrado. Además, se identificaron malezas resistentes a herbicidas comunes, como glifosato y paraquat.
El experto resalta la importancia del uso de biotecnología y la aplicación de herbicidas de manera precisa para garantizar un control efectivo de las malezas. Además, la implementación de medidas como la siembra en barbecho y la aplicación de herbicidas preemergentes contribuye a minimizar el impacto negativo de estas amenazas en el cultivo de soya.
En otra nota, la preocupación entre los productores de soya en la zona de Primera Brecha se intensifica debido a la falta de lluvias, lo que podría afectar negativamente el crecimiento adecuado de las plantas. La comunidad, que siembra alrededor de 2 mil hectáreas de soya en la campaña de verano, espera con ansias la llegada de las lluvias pronosticadas para asegurar una humedad adecuada en el suelo y evitar el estrés en las plantas.
Ramiro Casasola, productor de soya en la zona de Primera Brecha, explica que concluyó con la siembra en el mes de diciembre, ya las plantas están en fase de crecimiento. Asegura que el pasado año y este que inicia han sido malos.
“Qué año tan malo que hemos terminado y este nuevo año tiene un panorama similar. No llueve y necesitamos urgentemente agua para las plantas de soya que ya están en crecimiento. Algunos productores todavía tienen que sembrar, pero el problema principal es la falta de agua. Con temperaturas tan elevadas, corremos el riesgo de que las plantas se estresen”, expresó el agricultor.
En la comunidad de Primera Brecha se siembran alrededor de 2 mil hectáreas de soya en la campaña de verano. Ramiro Casasola señala que lo más importante en este momento es que llueva y que haya suficiente agua; por ahora, no les preocupa otra cosa.
“Necesitamos una lluvia que nos deje entre 115 ml de humedad en el suelo para que la planta pueda crecer satisfactoriamente”, señaló el Casasola.